En efecto, algunas personas pueden infectarse con el coronavirus dos veces, no es una sorpresa, y los expertos indican que no es motivo de preocupación

Un hombre sano de 33 años de edad en Hong Kong se ha convertido en la primera persona en el mundo a la que se le ha confirmado la reinfección por el coronavirus SARS-CoV-2. Su primera infección fue a finales de marzo, y tuvo los síntomas habituales que incluían tos, fiebre, dolor de garganta y dolor de cabeza durante tres días. El día 28 de marzo se le realizó un test dio positivo.

Aunque los síntomas eran leves y empezaron a mejorar a los pocos días, se le hospitalizó hasta el día 14 de abril, cuando dio negativo en dos test con 24 horas de diferencia, y se le dio el alta.

Sin embargo, cuatro meses y medio más tarde este mismo hombre ha dado positivo de nuevo, aunque esta vez no presentaba ningún síntoma. Le detectaron la infección en un control de entrada en el aeropuerto de Hong Kong, cuando regresaba de un viaje a España, a través el Reino Unido, el 15 de agosto.

Aunque no tenía ningún síntoma, fue hospitalizado de nuevo. Los datos clínicos mostraron que tenía signos de una infección aguda, pero permaneció asintomático durante todo el tiempo que estuvo en el hospital.

El informe y estudio de este caso ha sido publicado por la revista científica Clinical Infectious Disease y se ha aceptado su publicación, ya disponible en PDF, el día 24 de agosto, aunque aún no se han facilitado los datos completos del estudio.

Una cesta diferente del virus

Por primera vez en un caso de aparente reinfección, los investigadores pudieron secuenciar el genoma del virus  SARS-CoV-2 que había infectado al hombre en las dos ocasiones, y como era de esperar, había diferencias importantes. La primera cepa era muy similar a la que se identificó en abril y marzo en Estados Unidos e Inglaterra. La segunda estaba estrechamente relacionada con las cepas recogidas en Inglaterra y Suiza en julio y agosto.

En total, había 24 diferencias genéticas entre las dos cepas, incluidas diferencias significativas en el código de la las famosas proteínas spike, los “ganchos” que utiliza el virus para agarrarse a los receptores ACE2 de las células, penetrar en la membrana e infectarlas. Las mutaciones que han llevado a las diferencias en estas proteínas pueden verse en el árbol filogenético proporcionado por los investigadores de Hong Kong.

La respuesta inmunitaria del organismo contra el virus se basa en la producción de anticuerpos, moléculas que en el caso del SARS-CoV-2 se adhieren a las proteínas spike, impidiendo que el virus las pueda usar como punta de lanza para penetrar en las células, y marcando al virus para su eliminación por otras células del sistema inmunitario.

Se ha podido observar que en ciertos casos, los niveles de anticuerpos descienden rápidamente a los pocos meses de la infección por coronavirus, lo cual es perfectamente normal: el virus se ha eliminado del organismo y ya no son necesarios. La inmunidad no depende de los niveles de anticuerpos, sino de las células T de memoria, unas células específicas del sistema inmunitario que guardan una copia del antígeno, las proteínas del microorganismo que causó la infección. Si el mismo virus entra de nuevo en el cuerpo, estas células disparan de nuevo la producción de anticuerpos y lo neutralizan mucho más eficazmente que la primera vez.

Esta respuesta no será tan eficaz si el virus ha mutado y las proteínas spike no son exactamente iguales que la vez anterior, como parece ser el caso. Pero eso no quiere decir que el organismo esté desprotegido. Otras células T del sistema inmunitario llamadas citotóxicas se activan para eliminar tanto al virus como a las células del cuerpo infectadas, antes incluso de que se produzcan anticuerpos específicos para el nuevo virus, e incluso aunque el virus no sea exactamente igual.

Esta es la hipótesis de un estudio que indica que las personas que habían estado expuestas a otros coronavirus, como el de la gripe común, tenían mejores respuestas inmunitarias a la infección por SARS-CoV-2. Por otro lado, en estudio con 20.000 pacientes de COVID-19 se pudo comprobar que incluso cuando los anticuerpos habían descendido a la mitad, sus organismos podían responder y neutralizar al virus.

Por qué no hay que entrar en pánico

Los científicos autores del estudio de Hong Kong se plantean una serie de legítimos interrogantes sobre la pandemia, y hay quien está interpretándolo como un motivo de preocupación e incluso de pánico. Según los investigadores, sus hallazgos indican que, si las personas que han superado la infección se vuelven a infectar, esto significa que no es posible alcanzar la inmunidad de grupo. Por otro lado, cuando se desarrolle la vacuna, es posible que no ofrezca una protección duradera contra el virus.

Sin embargo, lejos del sensacionalismo, otros científicos extraen las conclusiones contrarias. Como ha recordado la doctora Maria Van Kerkhove, directora Técnica de la OMS para la pandemia, hay más de 24 millones de casos en el mundo, y solo se ha podido detectar un caso fehaciente de reinfección. Esto confirma las observaciones anteriores que indican que la reinfección es muy rara.

También hay que fijarse bien cuáles han sido consecuencias de esta segunda infección: una persona que había tenido síntomas leves la primera vez no tuvo ninguno al reinfectarse, la que indica que su organismo estaba mucho mejor preparado para montar una respuesta inmunitaria y combatir al virus.

De nuevo, es un solo caso y es necesario investigar mucho más, pero tras 24 millones de casos, no se ha podido certificar hasta el momento un caso de reinfección en el que la segunda vez haya tenido síntomas mucho más graves. En su lugar, ha habido casos en los que el organismo del paciente no había conseguido eliminar el virus, por lo que no se podía hablar de reinfección.

¿Los reinfectados son contagiosos?

El gran interrogante es si las personas que se infectan una segunda vez pueden contagiar el virus a los demás. De nuevo, aunque esto fuera posible, es de esperar que sea raro que ocurra, ya que en otro caso se habrían detectado muchos más casos de reinfectados contagiosos.

En Corea del Sur se investigó a 285 pacientes que presentaban una aparente reinfección, de media dos meses más tarde de la primera. Casi la mitad de las personas tuvieron síntomas en la segunda prueba, pero los investigadores no pudieron cultivar virus vivos de ninguna de sus muestras, y las personas infectadas no habían contagiado a nadie en este tiempo.

En el caso de Hong Kong los investigadores están intentando cultivar muestras del virus para comprobar si el paciente es contagioso, pero este proceso lleva tiempo, y no se conocerá el resultado hasta dentro de unas semanas. Según las declaraciones del inmunólogo Mark Slifka de la Universidad de Oregón a la revista Science, en otros virus parecidos las personas que se reinfectan son 10 veces menos contagiosas.

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