En diciembre de 1942, en plena II Guerra Mundial, el submarino británico HMS P311 desapareció sin dejar rastro en aguas del Mediterráneo. Pero, ahora, setenta y tres años después, un buzo italiano llamado Massimo Bondone lo ha encontrado hundido cerca de la costa de Cerdeña. Por supuesto, no se ha podido acceder aún al interior de la nave, pero en su interior se presume que estarán los cadáveres de los 71 hombres que formaban la tripulación.
Se sabe que se trata del submarino desaparecido porque, cuando se perdió su rastro, la misión de la nave era atacar los barcos alemanes que se encontraban en Cerdeña, muy cerca de donde ha sido encontrado. Y, también, porque el submarino hallado lleva acoplados dos Chariots, un tipo de ingenios que eran conocidos popularmente como “los torpedos humanos”.
En realidad, los Chariots no eran torpedos propiamente dichos, sino una especie de pequeños vehículos de propulsión que, guiados por dos hombres, se utilizaban para acercarse por la noche, y de forma sigilosa, a los barcos enemigos para colocar minas en sus cascos.
Se piensa que el HMS P311 fue atacado antes de llegar a su destino, y que se hundió sin posibilidad de volver a salir flote, lo que habría provocado que la tripulación muriese al agotarse el oxígeno.
Y, en la foto inferior, vemos a los desafortunados oficiales y marineros que desaparecieron con la nave.
[image id=»80609″ data-caption=»» share=»true» expand=»true» size=»S»]Vicente Fernández López