En las páginas web de How-to (Cómo se hace) hay una curiosa propuesta: “Cómo desnudarse en 12 pasos”. No parece que haga falta mucha ciencia para quitarse la ropa, pero lo cierto es que por regla general los humanos somos monos vestidos. Salvo… cuando llega el calor. El verano favorece el desnudo, y el contacto piel con piel. Y ese es el primer interruptor para que se abran las puertas de la sexualidad.
Las parejas que comparten piel al dormir liberan una mayor cantidad de oxitocina, la llamada “hormona del amor”. Esta sustancia contribuye a aumentar el apetito sexual y reforzar los vínculos, aparte de reducir el estrés. Quitarse el pijama favorece el sexo, y el verano, cómo no, nos desnuda.
Hay más sustancias que afloran cuando abrimos las ventanas y entra el sol. La luz del día favorece el despliegue de las hormonas sexuales responsables de esos flechazos, primeros amores o pasiones fugaces tan característicos de las vacaciones. “La testosterona inicia su ascenso en primavera, cuando los días empiezan a ser más largos, y continúa imparable hasta el mes de agosto. Esto significa mayor atracción hacia las personas con las que nos cruzamos y más apetito sexual”, indica el psicólogo José Bustamante.
La acción del sol hace que los niveles de estrógenos y andrógenos sean mayores en las zonas cálidas
También ocurre que este interés sexual sirve a veces para destapar problemas ocultos por la inactividad durante el resto del año. Según el Instituto de Medicina Sexual, en verano se manifiestan más casos de disfunción eréctil. Hasta un 20% más.
La serotonina y las endorfinas son otras de las hormonas que se crecen con la llegada del buen tiempo. “Actúan como un eficaz antidepresivo creando esa sensación de placer y euforia que sirven de prolegómeno en nuestra vida sexual y en las ganas de conquistar”. El aire libre y algunos alimentos típicos de la dieta veraniega son suficientes para segregar de forma natural estas sustancias. Los andrógenos y los estrógenos son otros de los grandes protagonistas que de manera inmediata evocan el sexo. Más cuando las altas temperaturas permiten que las disfrutemos en cantidades generosas debido a la acción del sol sobre la glándula cerebral epífisis. Según Bustamante, son las responsables de la excitación y de facilitar el orgasmo. En la mujer, los estrógenos favorecen la lubricación vaginal y la circulación sanguínea en el clítoris.
Más encuentros con otros
También nuestra piel desprende señales apenas perceptibles, las feromonas, que sirven como forma de comunicación química entre los humanos. Su efecto en la atracción es intenso e inmediato. No las detecta el olfato, pero despiertan el instinto sexual.
Este vaivén hormonal a merced de las estaciones del año significa que los amores que salen al encuentro con la luz del sol se desvanecen cuando el verano toca a su fin. Anaïs Nin, la escritora que probablemente más ha explorado el erotismo, acuñó esta frase: “Cualquier forma de amor que encuentres, vívelo”. Y a juzgar por los datos, el verano llega cada año sobrado de formas de flirteo, hormonas que sofocan nuestros sentidos y cuerpos dispuestos al touch and go, es decir, al sexo sin demasiado compromiso.
El ejercicio al aire libre y algunos alimentos, como las fresas, aumentan la serotonina y, por tanto, el deseo.
Según el portal de búsqueda de pareja Meetic esta estación es un poderoso inductor sexual y el 30 % de las personas solteras la escoge como la época preferida para ligar. “Es tiempo de dejarse llevar y de vivir el momento”, dicen los usuarios de este portal. También las parejas ya establecidas triplican sus relaciones durante los meses de calor. Y hay amantes que buscan en sus vacaciones la ocasión idónea para explorar el lado más salvaje y atrevido de su sexualidad.
Es un dato que nos llega de Lelo, la marca de productos eróticos. Steve Thomson, director de marketing, de Lelo, observa varios cambios de tendencia en estos meses: “Por ejemplo, recibimos muchas preguntas sobre si nuestros productos se pueden utilizar en el agua. De hecho, casi todos son resistentes al agua. También vemos mayor interés por artículos más pequeños, con dimensiones ideales para transportarlos discretamente en un equipaje de mano. Tienen además un sistema de bloqueo para evitar cualquier vibración inoportuna en los controles de seguridad del aeropuerto”.
Pero el aliado indiscutible para ligar es el móvil. “En Meetic percibimos un notable incremento de la actividad durante los meses estivales, entre junio y septiembre se concentran más de un tercio de las descargas de la aplicación”, explica María Capilla, responsable de marketing de esta web. Los más conectados de Europa son los españoles, que aprovechan cualquier oportunidad para sacar el teléfono y flirtear con otras personas: la playa, la ciudad, una terraza o un evento.
Marie Cosnard, directora de tendencias de Happn, observa también una aceleración de las inscripciones y en el número de usuarios activos diariamente en la app desde finales de abril o principios de mayo. “Esto refleja el entusiasmo de los españoles con la llegada del buen tiempo y el principio de las salidas estivales”. Un estudio sobre los encuentros en estas fechas en 2015 detecta que para el 88% de los europeos (españoles incluidos) el verano es un buen periodo para encontrar gente nueva.
Conquistar y seducir son actividades muy apreciadas. El 71% de los encuestados perciben el verano como el periodo más favorable al ligoteo. Quizás por ello, el verano predispone también a los abrazos infieles. Algunas aplicaciones ideadas para tal fin registran un aumento del 40% en la búsqueda de amantes. Pero si una cosa tiene clara la gran mayoría de usuarios es que estos romances tienen una fecha de caducidad muy marcada.
Propuestas para este verano
[image id=»82220″ data-caption=»» share=»true» expand=»true» size=»S»]Los amores de verano llegan ahora a la gran pantalla bastante más escépticos que en títulos clásicos como Dirty Dancing o Grease, menos inocentes y sin tantos parabienes. Aún así, no hay verano sin su torbellino de emociones en algún lugar idílico. Este año, la cartelera nos propone la lujuria lésbica de Un amor de verano (La belle saison), que nació como reacción a las manifestaciones de oposición al matrimonio homosexual de París en 2013. Refleja un momento apasionante de la lucha feminista en Francia, pero seguramente el próximo verano habrá caído en el olvido.
Literatura diferente.
En verano leemos más y escogemos lecturas más eróticas y románticas, como La Venus de las pieles, referente del masoquismo.
En pantalla.
La cartelera española ha inaugurado el verano con esta película de Catherine Corsini. Dos jóvenes revolucionarias se enamoran en plena lucha.
Placer versión mini.
En verano los juguetes sexuales más solicitados son dildos de pequeño tamaño como este de Lelo.Si la libido es alta, cualquier circunstancia es buena para explorar más intensamente la sexualidad femenina, sola o en pareja. Es sumergible y recargable.
Redacción QUO