A la planta ‘Nicotiana Benthamiana’ se le pueden transferir los genes de la futura vacuna para producirla de forma rápida, segura y a gran escala
Un equipo internacional con participación de investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha publicado el genoma de una planta empleada como factoría de biofármacos, o cultivo molecular (molecular farming), que puede ser utilizada en la producción de vacunas. A esta planta, la Nicotiana Benthamiana, se le puede transferir los genes de la futura vacuna y producirla en grandes cantidades mediante tecnologías agrícolas. El objetivo es lograr una forma rápida de producir vacunas para enfrentarse a la pandemia de COVID-19 causada por el coronavirus SARS-CoV-2.
En la publicación del genoma de la planta han participado investigadores del Instituto de Biología Molecular y Celular de Plantas (IBMCP), centro mixto del CSIC y la Universidad Politécnica de Valencia, bajo el liderazgo de la Universidad Tecnológica de Queensland (Australia). La publicación se ha realizado en el marco del proyecto NEWCOTIANA, coordinado por el investigador del CSIC Diego Orzáez y financiado por la Unión Europea a través del Programa Marco H2020.
La utilización de platas como biofactorías podría agilizar los plazos de producción de vacunas
En estos momentos, numerosos grupos de investigación en todo el mundo buscan desarrollar una vacuna contra el virus SARS-COV-2, causante de la enfermedad COVID-19. Uno de los principales problemas es la producción de las vacunas de forma rápida, en grandes cantidades y a bajo coste, por lo que la utilización de platas como biofactorías podría constituirse como una alternativa para agilizar los plazos de producción.
Diego Orzáez, investigador del CSIC en el IBMCP y coordinador del proyecto NEWCOTIANA, explica que la Nicotiana benthamiana es una planta estrechamente relacionada con el tabaco, que se ha utilizado ampliamente para la producción de gran cantidad de productos biofarmacéuticos, como el conocido cóctel de anticuerpos Zmapp utilizado en la terapia contra el ébola. Varias empresas la utilizan en estos momentos como plataforma para producir vacunas experimentales frente a COVID-19. Los investigadores del proyecto NEWCOTIANA modifican los genes de esta planta para mejorar su capacidad de producir biofármacos más eficaces y en grandes cantidades. Para ello es necesario conocer en detalle el genoma de la Nicotiana benthamiana.
El proyecto NEWCOTIANA, financiado por la Unión Europea, comenzó hace dos años, antes de la amenaza del virus SARS-COV-2. Desde el inicio de la pandemia, varios equipos del proyecto han comenzado a trabajar en la producción de productos biofarmacéuticos útiles contra la pandemia, desde reactivos para establecer ensayos inmunológicos rápidos, hasta moléculas que pueden usarse en un programa de vacunación masiva. “Esperamos que esto acelere el descubrimiento de nuevos productos biofarmacéuticos y, finalmente, contribuya en la lucha contra ésta y futuras epidemias”, explica Orzáez.
Los investigadores involucrados en la secuenciación del genoma de la planta están compartiendo sus hallazgos con otros investigadores y empresas que desarrollan vacunas y reactivos de diagnóstico frente a COVID-19 para contribuir de esta manera en la resolución de la emergencia global.
Información de CSIC