La pandemia por el coronavirus no ha sido suficiente para detener las ejecuciones en el mundo. En algunos países, incluso aún aumentado según un informe de Amnistía Internacional.

La ONG Amnistía Internacional ha publicado hoy su último informe sobre condenas a muerte y ejecuciones durante 2020, el año de la pandemia. Estos son algunos datos:

  • Egipto triplicó la cifra de ejecuciones anuales
  • China utilizó la pena de muerte para castigar delitos relacionados con las medidas de prevención de la COVID-19
  • El anterior gobierno estadounidense ejecutó a 10 personas en menos de seis meses en 2020
  • Una noticia esperanzadora: Por tercer año consecutivo, se registraron las cifras más bajas de ejecuciones en un decenio

En el informe de Amnistía Internacional destaca que los “desafíos sin precedentes” generados por la pandemia de coronavirus no evitaron que 18 países llevaran a cabo ejecuciones en 2020.

En 2020 se registraron las cifras más bajas de ejecuciones  por tercer año consecutivo, pero algunos países mantuvieron o incluso aumentaron las cifras.

Egipto,  el pasado año triplicó su cifra anual de ejecuciones respecto a 2019. En el caso de China, la organización pro-derechos humanos destaca que el país clasifica todas sus ejecuciones y condenas a muerte como secreto de Estado, impidiendo así el escrutinio independiente. Sin embargo,  China ejecuta a miles de personas cada año, lo que le convierte en el mayor ejecutor mundial, por delante de Irán (con al menos 246 ejecuciones registradas), Egipto (con un mínimo de 107), Irak (con 45 ejecuciones como mínimo) y Arabia Saudí (con 27 ejecuciones cometidas).

Infografía: Los países que más personas ejecutaron en 2020 | Statista Más infografías en Statista

 

Se impuso la pena de muerte para delitos de drogas en China, Indonesia, Laos, Malasia, Singapur, Sri Lanka, Tailandia y Vietnam, por corrupción en China y Vietnam, y por blasfemia en Pakistán

Muchos países de la región de Asia y Oceanía siguieron violando el derecho y las normas internacionales que prohíben el uso de la pena de muerte para delitos que no implican el homicidio intencional. Pese a ello, se impuso la pena de muerte para delitos de drogas en China, Indonesia, Laos, Malasia, Singapur, Sri Lanka, Tailandia y Vietnam, por corrupción en China y Vietnam, y por blasfemia en Pakistán.

En Bangladesh y Pakistán se impusieron condenas a muerte en tribunales establecidos mediante legislación especial y que normalmente utilizaban procedimientos diferentes de los empleados por los tribunales ordinarios. En Maldivas seguían condenadas a muerte cinco personas que tenían menos de 18 años en el momento de cometerse el delito.

Estados Unidos fue el único país de las Américas donde hubo ejecuciones en 2020. En julio, el gobierno de Trump llevó a cabo la primera ejecución federal en 17 años, y cinco estados ejecutaron a un total de siete personas.