Está claro dónde desembocan los ríos, pero saber donde nacen es más complicado, y el origen de aventuras, peleas y cambios en los mapas

Durante siglos se consideró al Nilo como el río más largo del mundo, con 6.650 kilómetros. Hace relativamente poco el Amazonas le arrebató este título por unos pocos metros, pero la controversia no ha terminado, y no es la única que rodea a este río mítico. Durante siglos se buscó incansablemente su nacimiento en las profundidades del África central.

Las fuentes del Nilo también fueron objeto de disputas entre geógrafos, historiadores y aventureros. Ya en 1154 la Tábula Rogeriana, un asombroso mapa del mundo conocido entonces, mostraba las fuentes como la confluencia de tres lagos, pero era solo especulación, porque en realidad nadie había llegado allí y había vuelto para dibujar un mapa.

A mediados del siglo XIX los exploradores británicos John Speke y Richard Francis Burton se enzarzaron en una batalla geográfica: Speke aseguraba que el Nilo nacía en el lago Victoria, entre las actuales Uganda y Tanzania. Burton se negaba a aceptarlo. Hubo que esperar a que otro explorador, Stanley (quién encontró al perdido doctor Livingston) confirmara unos pocos años más tarde que Speke tenía razón. La película “Las montañas de la Luna” relata esta apasionante historia.

El Nilo es el más famoso, pero lo cierto es que muchos nacimientos de los ríos están envueltos en polémica, tanto científica como política. En muchos casos no está tan claro cuál es el verdadero inicio de un río, que puede partir de un arróyelo, un manantial, un lago o una cueva subterránea, entre otras muchas posibilidades. Pero los ríos crecen a medida que discurren, y sus cauces son tan importantes para la humanidad que muchos quieren tener el honor de tener su nacimiento cerca. Estos son algunos ejemplos que puedes (y debes) visitar alguna vez.

Nacimiento del Danubio

Donaueschingen Danubio

La bonita piscina donde nace el Danubio en Donaueschingen

El Danubio es el segundo río más largo del continente europeo después del Volga. Nace en la Selva Negra en Alemania, atraviesa Europa del este y desemboca en la costa del Mar Negro en Ucrania.

Tradicionalmente se considera que el Danubio está formado por la confluencia de los arroyos Brigach y Breg al este de Donaueschingen, en Alemania. En realidad la fuente es el arroyo Breg, pero esto no ha impedido que los municipios de Furtwangen y Donaueschingen rivalizaran durante décadas por tener el nacimiento «oficial» del Danubio.

En 1981 el gobierno del estado concedió a Donaueschingen el título de “fuente del Danubio” y se lo arrebató a Furtwangen en los mapas oficiales. El pequeño estanque que forma la fuente del Breg ha sido adornada con columnas y estatuas.

El nacimiento del Rin

Dischma nacimiento Rin

El Dischma, fuente del Rin por caudal, a su paso por Davos Adrian Michael – Own work, CC BY-SA 3.0

El siguiente en la lista de los ríos más largos de Europa después del Danubio es el Rin, un río que nace en Suiza y atraviesa el norte de Alemania y Holanda para desembocar en el Mar del Norte. Las fuentes del Rin son difíciles de determinar, porque si se sigue la corriente río arriba, uno llega a un dilema: qué curso es el río principal y cuáles son los afluentes. Tratándose de Suiza, todo está calculado, pero no decidido.

La oficina suiza federal de topografía identifica el lago Toma como la fuente del Rin. Sin embargo, si tenemos en cuenta el caudal, hay que mirar al Dischma, el arroyo que atraviesa la famosa localidad de Davos y que es el que más agua descarga. Por el contrario, si atendemos a la longitud del cauce, gana el Rin de Medel, en las cercanías de Ticino. Si estamos en Suiza, todos estos sitios merecen al menos una foto.

Nacimiento del Ebro

Fontibre

El «nacimiento» del Ebro (que no lo es) en Fontibre, foto de Raquel Fernández

Es el segundo río más largo de España y el más caudaloso. Aunque el Tajo tiene una longitud mayor, no hay discusión sobre su nacimiento en Frías de Albarracín, en Teruel. Así que hablaremos del caudaloso segundón.

Tradicionalmente se había considerado que el Ebro nace en la localidad cántabra de Fontibre, cuyo nombre viene del latín Fontes Iberis, las fuentes del Ebro, citada así por Plinio el Viejo. Pero los romanos no tenían la tecnología actual capaz de provocar controversias.

Las investigaciones del Instituto Geológico y Minero de España encontraron que el afloramiento de Fontibre tiene su origen en otro sitio, el río Híjar, que nace a su vez en el circo del pico Tres Mares, entre Cantabria y Palencia. Se trata de una montaña que divide tres cuencas: la del Nasa que fluye hacia el Cantábrico, la del Pisuerga que desemboca en el Duero y después en el Atlántico, y la del Hija, que termina en el Ebro y de ahí en el mar Mediterráneo.

Puede parecer que nos han estropeado una agradable excursión al encantador pueblo de Fontibre, donde hay un merendero junto al paraje donde supuestamente nacía el río, y que tenemos que usar material de escalada para ver la verdadera fuente del Ebro a 1.880 metros de altura, pero se puede llegar en carretera hasta el mirador del Chivo, desde donde se ve el pico Tres Mares donde, literalmente, las aguas se dividen.

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