Las ondas cerebrales lentas durante las fases profundas del ciclo de sueño hacen que la corteza cerebral sea más receptiva
Durante el sueño profundo, las ondas eléctricas lentas del cerebro no solo nos permiten descansar, sino que también mejoran la memoria al hacer que el neocortex esté más receptivo a la información. Un reciente estudio de la Charité – Universitätsmedizin Berlin, publicado en Nature Communications, explica este mecanismo y abre la puerta a tratamientos más efectivos para trastornos de la memoria.
El sueño profundo, conocido como fase de sueño de ondas lentas, es fundamental para consolidar los recuerdos del día. Durante esta fase, las ondas eléctricas lentas sincronizadas viajan por la corteza cerebral, ayudando a transferir la información del hipocampo, donde se almacena a corto plazo, a el neocortex, el hogar de la memoria a largo plazo. Estas oscilaciones, que ocurren aproximadamente una vez por segundo, se pueden medir con un electroencefalograma (EEG) y reflejan el aumento y la disminución sincronizada del voltaje eléctrico en las neuronas.
Las ondas lentas fortalecen las conexiones sinápticas
El equipo de investigadores dirigido por el profesor Jörg Geiger logró desentrañar cómo estas ondas lentas favorecen la memoria. Utilizando muestras de tejido cerebral humano extraídas de pacientes sometidos a cirugía para tratar epilepsia o tumores cerebrales, simularon las oscilaciones de las ondas lentas en un laboratorio. Esto permitió observar cómo estas fluctuaciones eléctricas fortalecen las sinapsis, es decir, las conexiones entre las neuronas en la neocorteza.
Los resultados mostraron que los sinapsis alcanzan su máxima eficiencia en un momento muy específico: justo después de que el voltaje sube de su nivel más bajo al más alto. Durante esta breve ventana, la corteza cerebral entra en un estado de máxima receptividad. Si el cerebro reproduce un recuerdo durante este período, dicho recuerdo tiene mayores probabilidades de consolidarse en la memoria a largo plazo.
Este descubrimiento es significativo porque, hasta ahora, aunque se sabía que las ondas lentas estaban asociadas con la mejora de la memoria, los mecanismos internos seguían siendo un misterio. Gracias a métodos avanzados como la técnica de multiparcheo, que permite medir las señales entre múltiples células nerviosas conectadas, los investigadores lograron escuchar «conversaciones neuronales» con un nivel de detalle sin precedentes.
Nuevas vías para tratar problemas de memoria
Los hallazgos tienen importantes implicaciones prácticas. En la actualidad, grupos de investigación trabajan en técnicas para estimular las ondas lentas del cerebro durante el sueño mediante impulsos eléctricos sutiles o señales acústicas, un campo conocido como estimulación transcraneal. Sin embargo, estos métodos suelen depender de ensayo y error, lo que los hace lentos y poco precisos.
El profesor Geiger señala que la comprensión del «momento perfecto» en que las sinapsis son más receptivas podría revolucionar estos enfoques. Al conocer los tiempos exactos en los que el neocortex está más preparada para recibir información, sería posible desarrollar métodos de estimulación mucho más efectivos, beneficiando especialmente a personas mayores con deterioro cognitivo leve.
En resumen, este avance en la comprensión de cómo el cerebro transforma recuerdos temporales en permanentes durante el sueño no solo amplía nuestro conocimiento de la neurofisiología, sino que también promete aplicaciones directas para mejorar la memoria humana en el futuro.
REFERENCIA