Maquilladas y vestidas con lencería sugerente y tacones de aguja, son una auténtica incitación a la lujuria. Hay modelos para todos los gustos; cabello, color de ojos y de piel a elegir. Su tacto se acerca al humano y hay modelos masculinos y transexuales.
Entre ellos arrasa la saga de las Honey Dolls, creadas por la compañía japonesa Axis. Jadean al ser estimuladas y, con sus sensores, emiten sonidos cuando su amante les roza determinadas zonas. Su esqueleto articulado permite un gran repertorio de posturas sexuales.
Redacción QUO