La selección natural ya funciona también entre los robots, gracias a un curioso experimento realizado en la Universidad de Cambridge. Los técnicos de dicha institución han creado un robot capaz de fabricar sus propios bebés. Pero la cosa no queda ahí. La mamá robótica examina a sus retoños y selecciona a los que se mueven más rápido, destruyendo el resto y rediseñándolos para que sean más eficaces. Lo curioso es que, una vez rehechos, estos nuevos robots son más perfectos y más veloces que los «nacidos» de primera generación.
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Redacción QUO