Hasta hace poco se suponía que nada podía escapar de un agujero negro. Ni siquiera la luz. Por eso les llamaban así a estos “tragones” del cosmos. Pero esa noción ha comenzado a ponerse en entredicho. Tiempo atrás, Stephen Hawking sugirió que el calor y la información sí podrían encontrar un modo de escaparse de ellos. Pero la mayoría de los expertos coinciden en que es cuestión de tiempo que un agujero negro se trague todo lo que le rodea. Y eso es precisamente lo que puede verse en la simulación recreada por la Nasa en el siguiente vídeo, basado en observaciones con diferentes telescopios.

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Allí se muestra cómo un agujero negro supermasivo, ubicado en una galaxia a 290 millones de años luz de la Tierra, rompe en pedazos una estrella. «El agujero negro desgarra la estrella y absorbe el material muy rápidamente – explica en un comunicado de la Nasa, Jelle Kaastra, autor de un estudio publicado en Nature –, pero ese no es el final de la historia. El agujero negro no puede mantener ese ritmo por lo que expulsa parte del material hacia el exterior.»
Ese material que menciona Kaastra es la nube que se ve brillar en el vídeo. Los investigadores encontraron que algunos de los restos dispersos de la estrella se mueven lejos del agujero negro, como el viento. Desafortunadamente no lo tan rápidocomo para poder escaparse.
Eventos como este, donde una estrella interactúa con un agujero negro, se denominan perturbaciones de marea, y pueden emitir rayos X que los científicos llevan observando durante años, aunque todavía intentan explicar la mecánica de su formación. Los estudios de este tipo de eventos permitirán comprender cómo operan los agujeros negros y cuál es la distancia segura para estudiarlos.

Juan Scaliter