La existencia de Jesús es una cuestión sobre la que aún existen muchas dudas, y que no ha podido ser confirmada por ninguna evidencia definitiva. Aún así, y jugando a aceptar la posibilidad de que realmente existiese: ¿Cómo habría sido su aspecto físico? Se trata de una pregunta a la que no parece sencillo responder, ya que los evangelios no dan pistas sobre esa cuestión. Y los retratos que existen fueron realizados muy posteriormente al período histórico en el que supuestamente vivió, y parece evidente pensar que están muy idealizados.
Pero, ahora, Joan taylor, una investigadora del King´s College de Londres, ha publicado un libro titulado What did jesus look like?, en el que trata de reconstruir de la manera más rigurosa posible como habría sido su apariencia física. Taylor ha pasado varios años estudiando los textos relativos a los judíos que vivían en Egipto, y llegó a la conclusión de que hay evidencias que revelan que era muy sencillo diferenciarlos físicmente de los miembros de otros pueblos que también vivían allí.
Como resultado de sus indagaciones, la investigadora cree que Jesús podría haber tenido una estatura cercana al 1,70, pelo negro, ojos marrones, y una piel bastante morena. Rasgos que se ajustan a la media de los judíos de su tiempo. Y, aunque la mayoría de los retratos lo representan con el pelo largo, Taylor cree que lo más probable es que lo hubiese llevado corto, tal y cómo era habitual en su época, para evitar el contagio de parásitos. Además, lo normal es que se hubiese afeitado y cortado el pelo con un cuchillo.
Y surge otra cuestión que puede parecer frívola: ¿era guapo? Taylor cree que no. Según la investigadora, otros personajes bíblicos como Moises o el rey David son descritos como personajes dotados de belleza física. Pero sobre Jesús no se dice nada. Por eso, cree que si hubiera sido bien parecido, los autores de los evangelios habrían dejado constancia de ello.
También explica que seguramente era un hombre delgado y musculado, por los grandes esfuerzos físicos que realizaba, y que es probable que tuviera algunas cicatrices en su cuerpo, como resultado de las heridas que pudo sufrir mientras trabajaba de carpintero.
Vicente Fernández López