Hablar de Instagram es hablar del “postureo” más escenificado y planificado de las Redes Sociales. No importa el tiempo que se tarde en hacer la fotografía perfecta o el número de tomas que sean necesarias para dar con el enfoque y la posición correcta de tu cuerpo. Ese tiempo se considerará bien invertido si finalmente la imagen consigue miles de “likes” y el número de seguidores crece exponencialmente al esfuerzo por conseguir un buen impacto de tu imagen de marca. Vamos, que la gente sepa quién eres en la Red y quiera más de ti.
Ahora no es suficiente con puestas de sol en lugares exóticos o viajes a playas paradisiacas acompañados de cuerpos esculturales. La mentira debe ir más allá, mostrando un estilo de vida que no es real, como por ejemplo, ser dueño de un jet privado. La empresa rusa, Private Jet Studio no quiere que pierdas esa oportunidad de hacer creer a tus seguidores lo bien que te va en la vida y los negocios, por ello te ofrece una sesión con un fotógrafo profesional por 2 horas en las que mostrará al mundo tu nuevo “life style”.
A decir verdad, el precio no es exageradamente caro, comparado con lo que podría suponer el alquiler de un avión como estos y ponerlo en vuelo. Por unos 200 euros puedes sentirte a tus anchas en tu nuevo capricho con alas, incluso por unos 375 euros lo grabarían en vídeo. Desde ese momento, comenzará la gran mentira decorada con platos de fruta, maquillajes exóticos y copas de champán.
Pretender que eres millonario, ahora está al alcance de muchos, quizá demasiados.