Los 13 científicos y científicas han sido elegidos por un comité de expertos en ciencia y divulgación. Esta Quinta Selección es la formada por el mayor número de mujeres hasta la fecha. Entre sus componentes, destacan expertas en inmunoterapia contra el cáncer, detección de ondas gravitacionales, y nuevos materiales topológicos. Tres áreas de investigación que han sido recientes premios Nobel y que apuntan a trasformar el mundo de la salud, la cosmología y la tecnología en un futuro muy cercano. El ordenador cuántico, el conocimiento de la materia oscura, la cura definitiva del cáncer han empezado en sus laboratorios y centros de investigación.
Tras cinco años, 63 científicos de primer nivel han vestido ya la camiseta roja para formar parte de la Selección de la Ciencia. El objetivo siempre fue dar a los investigadores la relevancia que tienen los futbolistas. Es un guiño que, año tras año, se va consolidando. La ciencia merece prime time, y grandes primas, y en QUO no hemos dejado de apostar por ello.
El jurado lo han formado Rosa María Menéndez, presidenta del CSIC; El científico y divulgador de la ciencia Manuel Toharia, asesor de la Fundación Oceanogràfic de Valencia; Fernando Peláez, bioquímico, oncólogo y director del programa de biotecnología del CNIO; Antonio Calvo Roy, presidente de la Asociación Española de Comunicación Científica; Pilar López García-Gallo, directora del departamento de comunicación del Museo Nacional de Ciencias Naturales, y Ricardo Amils Pibernar, microbiólogo del CBM y el CAM.
Los mejores científicos y científicas españoles de 2018
José Antonio Font (Entrevista ampliada)
y Alicia Sintes (Entrevista ampliada)
Dos españoles pendientes de las ondas gravitacionales generadas por los objetos más colosales del universo
En 2017 se hizo un anuncio espectacular: la primera detección de ondas gravitacionales procedentes de la colisión de dos estrellas de neutrones. José Antonio Font y Alicia Sintes participaron en ello, como miembros del grupo LIGO-Virgo, que reúne 70 observatorios espaciales y terrestres del mundo. “Una estrella de neutrones es algo colosal. Como si en el tamaño de la ciudad de Madrid tuvieras concentrada toda la masa del Sol. Además, acelera muy rápido, así que puede genera ondas gravitacionales detectables”, explica José Antonio Font.
La primera detección de ondas gravitacionales, generadas en aquel caso por la fusión de dos agujeros negros, mereció en 2017 el premio Nobel de Física. Habían abierto una nueva ventana para conocer el cosmos, y así ha sido. En febrero comienza oficialmente el próximo periodo de observación. Según Alicia Sintes: «La sensibilidad de los detectores habrá mejorado. Creo que vamos a ver agujeros negros de forma rutinaria, y puede que cosas más exóticas: quién sabe si una fusión de una estrella de neutrones con un agujero negro… Quizá al fin un púlsar”.
Iván Márquez Rodas, oncólogo. (Entrevista ampliada)
Conseguir que el propio cuerpo combata el cáncer
Una de las grandes armas contra el cáncer, la inmunoterapia, no funciona en todos los pacientes. “En melanoma, por ejemplo, no responden a ella uno de cada tres”, comenta Márquez.
Embarcado en la medicina “por su capacidad para ayudar a la gente”, es investigador principal en los ensayos en humanos del BO-112, un fármaco íntegramente español. Esta sustancia inyectable en el tumor busca que los medicamentos de inmunoterapia disponibles hagan efecto en más personas.
Carmen Iglesias Cano, directora de la RAH. (Entrevista ampliada)
Las humanidades como reivindicación
Gran conocedora de Montesquieu, Carmen Iglesias defiende las humanidades porque nos ayudan a conocer nuestro pasado en toda su dimensión, a vivir con las tensiones y la incertidumbre, porque “conflictos ha habido siempre”.
Fue nombrada presidenta de la Real Academia de la Historia en 2014, y desde entonces esta mujer menuda pero de talante firme no ha cejado en su empeño de ver hecho realidad el Diccionario Biográfico Español Electrónico, en el que se recogen más de 45.000 biografías que pueden ser consultadas desde veinte criterios diferentes de búsqueda. “Esperemos que sirva para que los españoles se reconcilien con su historia”, añade convencida de la importancia de hacer un esfuerzo para que podamos convivir todos juntos.
José María Ordovás, enemigo de las dietas milagro. (Entrevista ampliada)
Objetivo: desentrañar las relaciones entre nutrición y genética
Cuando se le pregunta por las dietas, José María Ordovás, director del Laboratorio de Nutrición y Genética de la Universidad de Tufts (Boston, EEUU), no disimula su animadversión hacia las modas nutricionales. “Deberíamos intentar recuperar aquellas cosas con las que nuestros genes dialogaban en el pasado de forma natural”, opina este bioquímico, para quien nuestra adaptación genética ha favorecido una ventaja competitiva sobre otras especies. En las últimas décadas, su trabajo ha estado fundamentalmente dirigido a averiguar cómo la nutrición y otros factores de nuestro ambiente influyen en el comportamiento genético. Saber lo que va a pasar dentro de veinte o treinta años debido a algunos cambios importantes en la ingesta, como el abuso de los edulcorantes o el aumento de las raciones, está entre sus preocupaciones. “En lugar de esperar a ver qué pasa, deberíamos empezar a estudiarlo ya mismo, antes de que sea demasiado tarde”.
Juan Fueyo y Candelaria Gómez-Manzano, neurólogos. (Entrevista ampliada)
Su revolucionario tratamiento combate el cáncer cerebral más común y más letal
Candelaria y Juan trabajan con el virus que causa el resfriado común desde hace más de veinte años. Entonces tuvieron una idea de esas tan extravagantes que, si son certeras, cambian el mundo. Su propuesta fue utilizar este virus para combatir glioblastomas, un cáncer cerebral devastador. “Hicimos dos pequeños cambios en su ADN. El primer cambio hace que el virus se una selectivamente a las integrinas, proteínas que abundan en la superficie de las células tumorales. El segundo hace que solo se replique dentro del tumor”, explica Fueyo. El virus ‘infecta’ el tumor y las células del sistema inmune del paciente se activan para atacarlo. Una vez eliminado el virus, atacan las células tumorales, como si hubieran despertado de un letargo. En 2017 han presentado su primer estudio en humanos con 25 pacientes con glioblastoma. Los resultados acaban de mostrar que el 20% de ellos vivieron más de tres años tras recibir una sola inyección con el adenovirus en el cerebro.
Montserrat Calleja, física. (Entrevista ampliada)
Crea máquinas para detectar moléculas
Dirige un grupo de biólogos, ópticos, ingenieros, químicos… con los que diseña prototipos. Unos grandes aparatos que llenan su laboratorio y contienen sensores inapreciables, el auténtico fruto de su ciencia y esfuerzo. Los configuran para buscar mutaciones del ADN, células cancerosas o proteínas del párkinson o el alzhéimer. Lo peculiar de estos sensores es que las identifican a escala nanométrica por sus propiedades físicas, no químicas. Con este enfoque ya acumula diez patentes que otros científicos aplican en diversos campos.
Francisco Santos Leal, matemático. (Entrevista ampliada)
Ha refutado la conjetura de Hirsch, que explica uno de los diez algoritmos del s. XX
Santos se convirtió el año pasado en un referente mundial en matemáticas porque refutó una de esos supuestos básicos, la llamada conjetura de Hirsch, que explica uno de los algoritmos más famosos y útiles del momento, el conocido como ‘método simplex’. Este algoritmo es la base de la programación lineal, que hoy en computación se emplea en, digamos, todo.
Santos Leal explica que esta conjetura rondaba a menudo su cabeza, y un día ocurrió. Encontró que era falsa. Lo explica: “Pensemos en un poliedro como un edificio donde las caras son habitaciones y las aristas son pasillos. Queremos ir de un sitio a otro del edificio por el camino más corto, el que recorra menos pasillos. La conjetura de Hirsch venía a decir que nunca va a ser necesario recorrer más pasillos que el número total de habitaciones, porque uno no espera tener que pasar dos veces por la misma habitación. Lo que yo encontré/construí es un poliedro en el que esto no ocurre. Cualquier camino necesita pasar más de una vez por algunas habitaciones, y necesita recorrer más pasillos que el número total de habitaciones”. Ese primer poliedro tiene, agárrense, 43 dimensiones.
Maia García, experta en materiales. (Entrevista ampliada)
Busca materiales topológicos, que abrirán una nueva era
Es un nicho de futuro: nuevos materiales que permitan dispositivos electrónicos más rápidos, más pequeños, más eficientes y, a futuro, el soñado ordenador cuántico. Hasta ahora se han encontrado 200. ¿Hacen falta más? “Sí, hacen falta más de 200. Aún no tenemos el candidato ideal”.
Maia y su equipo han desarrollado un nuevo método con el que esperan descubrir miles de ellos. ¿Sustituirán al silicio? “Es difícil afirmar algo tan dramático. Ahora son unos candidatos muy interesantes: conducen la corriente eléctrica sin disipación, a temperatura ambiente e independientemente de los detalles macroscópicos”. ¿Cómo es un objeto real con estos materiales?, ¿puedes imaginártelo? “Una mesa construida con materiales topológicos sería una mesa metálica que conduciría corriente eléctrica en su superficie o en sus bordes. Mi imaginación no da para mucho más”.
Daniel López Serrano, bioquímico. (Entrevista ampliada)
Desarrolla estrategias para superar infecciones de forma eficaz
Los nombres Staphylococcus aureus y Bacillus subtilis forman parte habitual del vocabulario de Daniel López Serrano. Este científico titular del CSIC que ve la vida a través de un microscopio está empeñado en encontrar un arma eficaz contra las superbacterias. De momento, ha logrado darle una estocada de importancia a la Staphylococcus aureus al hacer su membrana más permeable a los antibióticos.
Enrique Peñalver, busca insectos en ámbar. (Entrevista ampliada)
Descubrió la garrapata más antigua, que vivió entre los dinosaurios
Era aún un niño cuando su tía Pilar le puso en la mano el fósil de un caracol marino y le dijo: “Mira, esto tiene millones de años”. “Se me produjo como una tormenta mental y ya solo quería buscar fósiles por todas partes”. Y no ha parado. En la carrera de Biología centró su pasión en los insectos (siempre ancestrales). Con su doctorado los buscó en rocas de Teruel y una beca Marie Curie le colocó ante las alas de dos especies de mariposa conservadas en el Museo de Historia Natural de Nueva York.
Ya en España, escudriñaba al microscopio una pieza de ámbar de El Soplao (Cantabria), cuando reconoció una garrapata atrapada allí desde hace 105 millones de años, la más antigua que conocemos. Explica con admiración cómo ya entonces habían desarrollado su sagaz estrategia: “Acercarse a un vertebrado que apenas los percibe para perforar su piel con anestesia y chupar una sustancia cuyas proteínas puede asimilar de inmediato: la sangre. Tiene la fascinación del monstruo”.
Pura Muñoz-Cánoves, experta en envejecimiento.
Ha encontrado por qué envejecen los músculos
Investiga en la Universitat Pompeu Fabra y el Icrea cómo envejecemos, y su gran hallazgo es que no lo hacemos progresivamente, al menos si hablamos del modo en que se hacen mayores nuestros músculos. La cuestión es que hay una edad a partir de la cual dejan de regenerarse. Y comienza el declive. Lo que define este punto de no retorno es que se activa una proteína llamada p16 en las células madre, y Muñoz-Cánoves ha demostrado que desactivarla restaura la capacidad del músculo para regenerarse. Va más allá: p16 también se activa con la edad en otros tejidos como la piel o en células de la sangre. ¿Y si pudiéramos apagarla?