Un estudio realizado por las universidades de Birmingham y de Loughborough ha demostrado que pesarse regularmente y una serie de consejos vinculados a una nutrición sana, resultan una estrategia eficaz a la hora de reducir el exceso de comidas y bebidas que lleva a acumular kilos en Navidad.
Los investigadores, liderados por Frances Mason, llevaron a cabo el «Estudio Winter Weight Watch” (Control de Peso en Navidad), un ensayo que tuvo como objetivo evitar que los participantes aumenten de peso durante la temporada festiva, proporcionándoles consejos y técnicas para evitar los excesos.
Del análisis participaron 272 voluntarios a quiene se dividió en un grupo de intervención y otro de comparación. A los primeros se les pidió que se pesaran al menos dos veces por semana (lo ideae era hacerlo diariamente) y que registraran su peso en una tarjeta para ayudarles a controlar su consumo de alimentos y bebidas. También se les dieron 10 consejos para controlar el peso y una lista de la cantidad de actividad física que se necesitaría para quemar las calorías de diferentes alimentos propios de las fiestas. Por ejemplo, se requieren 21 minutos de carrera para quemar las calorías en un pastel de carne y 33 minutos de caminata para gastar las calorías que se encuentran en un vaso de vino.
Por su parte, el grupo de comparación recibió solo un breve folleto informativo sobre cómo llevar un estilo de vida saludable, que no incluía consejos dietéticos.
El estudio, publicado en The BMJ, mostró que, en promedio, los participantes en el grupo de comparación ganaron algo de peso en Navidad, pero los del grupo de intervención no lo hicieron, de hecho redujeron su peso en medio kilo.
“La temporada navideña – explica Mason – coincide con días festivos en muchos países, lo que brinda la oportunidad de un consumo excesivo prolongado y un comportamiento sedentario.
Solo en el día de Navidad, una persona puede consumir 6.000 calorías, tres veces la cantidad diaria recomendada. Es probable que la Navidad afecte incluso al controlador de peso más experimentado. Los responsables de las políticas de salud deben considerar intervenciones de baja intensidad, como la que se usa en nuestro estudio, para evitar el aumento de peso en la población durante los períodos de alto riesgo, como los festivos o puentes”.