Hay una máxima de la economía que señala que si usamos un producto pero no pagamos por él, el producto somos nosotros. Eso ocurre con Facebook. La mayoría de nosotros acordamos este contrato de servicios al hacernos una cuenta en la red social, sin realmente leer el contrato. Afortunadamente las cosas han cambiado un poco en Europa, desde principio de año, cuando la UE creó una ley de protección de datos, conocida como GDPR por sus siglas.
Pero hasta que esto ocurrió, muchos dirían que estábamos indefensos ante los datos privados que se compartían sobre nuestra vida. La verdad es que, por un lado sí, pero por otro también hay responsabilidad nuestra, por no leernos el acuerdo y por asumir, inocentemente, que no pasaba nada al no hacerlo.
¿Cuál es el problema?
El martes pasado, un artículo publicado en New York Times (NYT), basado en documentos internos de Facebook y entrevistas a más de 50 empleados, ex empleados y trabajadores de otras redes sociales y aplicaciones, señaló que la red social de Mark Zuckerberg, se excedía en lo que ponía por contrato. Y no es que daba información personal sobre los usuarios a sus subsidiarias sin consultar (algo que podía hacer legalmente) y que cualquier empresa en la que invertía podía ser una subsidiaria, un pequeño truco. No. De acuerdo con el NYT, Facebook permitió, por ejemplo, que el motor de búsqueda Bing de Microsoft, viera los nombres de prácticamente todos los amigos de los usuarios de Facebook sin su consentimiento, y le dio a Netflix y Spotify la capacidad de leer los mensajes privados de los usuarios de Facebook. De leerlos, de escribirlos y de borrarlos. Los portavoces de Spotify y Netflix , por su parte, dijeron que desconocían los amplios poderes que Facebook les había otorgado.
En total Facebook compartió los datos con 150 empresas. Algunas proveedoras de servicios, como Amazon o Netflix, pero otras también fabricantes de dispositivos. Por ejemplo a Apple a quien permitió ocultar a los usuarios de Facebook todos los indicadores de que sus dispositivos pedían datos. Los dispositivos de Apple, tabletas y teléfonos, también tenían acceso a los números de contacto y las entradas de calendario de las personas que habían cambiado la configuración de su cuenta para desactivar todo uso compartido, según los registros del NYT.
Como era de esperar, Apple también señaló que no sabía que Facebook había otorgado a sus dispositivos algún acceso especial. Agregaron que cualquier información compartida permaneció en los dispositivos y no estaba disponible para nadie más que para los usuarios.
Otro de los problemas es que muchas de las características, como la “personalización instantánea”, que se lanzó en 2010 y supuestamente se había dejado de funcionar en 2014, seguía operativa hasta hace unos meses.La personalización instantánea permite a aplicaciones como la webs de crítica de restaurantes Yelp o de cine Rotten Tomatoes, tener acceso a los datos de los contactos de un usuario de Facebook para saber su opinión sobre películas o restaurantes.
¿Qué dice Facebook al respecto? “Para que quede claro – señala en un post de la compañía –. Ninguna de estas asociaciones o características le dio a las compañías acceso a la información sin el permiso de los usuarios”. A este respecto, la realidad es que los socios de Facebook, como Amazon, Apple, Netflix, Microsoft, etc., tuvieron que obtener la autorización de los usuarios para activar estas funciones. Si bien los usuarios habrían hecho esto utilizando su cuenta de Facebook para iniciar sesión en los otros servicios, lo que técnicamente, cuenta como permiso, esto no siempre quedaba claro.
En el mismo post, Facebook también asegura que “tampoco se ha violado nuestro acuerdo de 2012 con la Comisión Federal de Comercio (FTC)”. En este caso, el acuerdo con la FTC estipula que se debe obtener el consentimiento expreso de las personas antes de realizar cambios que anulen sus preferencias de privacidad. Es decir, ingresar en Facebook, sea a través de otra aplicación o en otro dispositivo, no cuenta.
¿Afectará todo esto a la red social de Zuckerberg? A nivel económico probablemente haya sanciones, a nivel internacional servirá para que muchos de sus “asociados” tomen alguna medida, pero en cuanto al número de usuarios, Facebook seguirá teniendo la misma cantidad.