La menopausia y la vida posterior a la reproducción prolongada separan a los humanos de otros primates, pero su evolución sigue siendo un enigma. A pesar de la investigación multidisciplinaria sobre los límites de la vida humana, actualmente sabemos poco sobre los límites de la longevidad extendida en nuestro pasado evolutivo.
Un nuevo estudio, liderado por Simon Chapman, utilizó registros históricos de iglesias finlandesas, que ofrecen registros detallados de los principales eventos de la vida en la época preindustrial, para analizar longevidad, tasas de supervivencia, etc.. A partir de estos registros, investigaron la “Hipótesis de la abuela”, que propone que la larga vida posproductiva en mujeres ha evolucionado porque las abuelas pueden brindar ayuda a sus nietos.
Una pregunta clave para entender por qué vivimos tanto tiempo como lo hacemos es hasta qué edad la presencia de la abuela trae beneficios para sus familias. Y esto es algo que no se había estudiado antes. Por lo tanto, el equipo de Chapman investigó cómo la presencia de abuelas de diferentes edades y estados de salud, había afectado a la supervivencia de los nietos nacidos entre 1731 y 1890, cuando las condiciones de vida aún eran duras y la mortalidad infantil era alta.
Los resultados, publicados en Current Biology, demostraron que la presencia de abuelas maternas aumenta la supervivencia de los niños pequeños (entre los 2 y los 5 años) en casi un 30%, lo que confirma que la longevidad prolongada de las mujeres puede verse favorecida por la selección natural. Por otro lado, si la abuela paterna moría un año después del nacimiento del bebé, lo que en la mayoría de los casos indica fragilidad y mala salud, la probabilidad de supervivencia se reducía en una cifra similar.
“Nos sorprendió un poco cuando descubrimos que las abuelas débiles, podían ser perjudiciales para la supervivencia de los nietos – señala Chapman –. Aunque no podemos decir con certeza cuál podría ser el mecanismo, sospechamos que este es el resultado de algún tipo de “competencia de la vida” bajo el mismo techo, ya que los padres pudieron haber necesitado dividir sus limitados recursos entre sus hijos dependientes y la abuela dependiente”.
Según el estudio, la vida útil posterior a la reproducción podría haber evolucionado al menos en parte debido a los efectos beneficiosos de la abuela, pero estos beneficios disminuyen con la edad a medida que merman las oportunidades y la capacidad de proporcionar ayuda. Como la esperanza de vida en las naciones industrializadas modernas es mucho más larga que en el pasado, puede ser que la medicina nos haya permitido superar el límite “natural” de la longevidad.
Las abuelas son importantes para el éxito de sus familias, y lo han sido a lo largo de nuestra historia evolutiva. Sin embargo, la fragilidad y la salud de las abuelas son de importancia clave no solo para ellas mismas, sino también para las siguientes generaciones. Mejorar la salud en la vejez y las oportunidades de los ancianos para permanecer involucrados con sus familias podrían beneficiar a las abuelas y a sus familias de múltiples maneras.