Seguramente hubo dos estudios que a Noam Kaplan, fundador de la empresa especializada en alternativas al azúcar Matok V’Kal, le llamaron la atención cuando pensó en desarrollar una alternativa a los geles usados por deportistas para incrementar el tiempo de ejercicio.
El primero de ellos, publicado en Avicenna Journal of Phytomedicine, analizó el efecto de la ingestión de aceite de menta sobre los parámetros fisiológicos y el rendimiento deportivo. “Nuestros resultados – señalan los autores – revelaron una mejora significativa en todas las variables después de la administración oral de aceite esencial de menta. (…) La mejora en las mediciones espirométricas (el análisis del volumen respiratorio) podría deberse a los efectos de la menta en la tonicidad del músculo bronquial”.
En pocas palabras, el aceite de menta, ingerido 5 minutos antes produce una mejora en la capacidad pulmonar
El segundo estudio es igual de importante. Publicado en Appetite, se titula “Los carbohidratos en la boca mejoran la activación de los circuitos cerebrales involucrados en el rendimiento motor y la percepción sensorial”. En él se analiza un sexto sentido de la lengua: más allá de detectar los 5 sabores conocidos (dulce, agrio, salado, salado y amargo) también tiene la capacidad de detectar carbohidratos, la fuente de la que obtenemos energía. Al administrar una solución con carbohidratos en la lengua de los voluntarios, los autores observaron “un aumento del 30% en la actividad en las áreas del cerebro que controlan el movimiento y la visión. Esta reacción, proponemos, es causada por nuestras bocas que informan que viene energía adicional en forma de carbohidratos”.
En cierto sentido, la lengua podría “engañar” al cerebro haciéndole creer que llega energía.
Con estos dos hallazgos en mente, Kaplan desarrolló un spray que, en sus propias palabras “da un impulso extra a los deportistas engañando a su cerebro para que piense que su cuerpo acaba de consumir carbohidratos. Aunque en realidad no los consumen”.
El aerosol, Fit4style Energy Spray, no contiene cafeína, lleva apenas seis calorías y según la página web puede ayudar a mantener la resistencia por hasta 75 minutos, aunque no debe usarse para períodos más largos, como para un maratón. El producto ya ha comenzado a venderse en Israel y se espera que la UE y Estados Unidos también lo aprueben en breve.
“Esta innovación – señala Kaplan en una entrevista – está respaldada por un creciente cuerpo de investigaciones y recomendaciones de grupos de deportes que hallaron que, en un entrenamiento de hasta 75 minutos, no hay necesidad de consumir carbohidratos. Basta con tener la presencia de estos en la boca. Al engañar a la mente para que crea que se está alimentando, confiando en la sensación de la energía de los alimentos sin proporcionarla, la información se convierte en energía real”.
Si bien se trata de algo muy interesante y tentador, hay que destacar que esto no hace que podamos correr más de una hora si nunca hemos hecho deporte, no reemplaza una alimentación sana ni debería ser usado cuando estamos agotados por el esfuerzo o la deshidratación.