Nueva York está a punto de convertirse en el primer estado en el país en prohibir la desungulación u oniquectomía (eliminación definitiva de las uñas del gato a través de una operación quirúrgica) según la última votación al respecto
El proyecto de ley, que fue aprobado el martes por un amplio margen impondría una multa de unos €850 a los veterinarios que realicen el procedimiento con fines no médicos. De hecho es una práctica ilegal en decenas de países.
Eso significa que los dueños de mascotas en el estado ya no podrán quitar las uñas a sus gatos razones estéticas o de conveniencia personal.
Se estima que el 25% de los gatos en Estados Unidos han sido sometidos a esta práctica y muchos expertos tienen opiniones divididas al respecto.
Por ejemplo, la Sociedad de Medicina Veterinaria de Nueva York, señala que la desungulación estaría aconsejada si hay un uso destructivo de las garras, o si un posible rasguño puede representar un riesgo para la salud de personas con sistemas inmunitarios debilitados.
En cambio, el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades recomienda higiene y una selección adecuada de mascotas en lugar de la oniquetomía.
En un lugar intermedio, aunque con la misma polémica, está la práctica de recortarles las uñas a los gatos. Esta costumbre, más habitual en los gatos domésticos, requiere un cuidado especial. La estructura de las uñas de gatos se compone de dos partes: la queratinizada y la pulpa de la uña. Allí, en las capas profundas, se encuentran las terminaciones nerviosas y los vasos sanguíneos. Por ello, cortar las uñas requiere práctica y conocimiento para no dañar al gato. Si se debe hacer o no, es algo que la mayoría de los expertos tampoco se ponen de acuerdo. Si bien hay enfermedades y hongos que pueden producirse por tener uñas demasiado largas y no poder gastarlas trepando árboles, cazando, etc. o que las heridas que causan pueden provocar infecciones, muchos señalan que no es realmente necesario cortarlas y que no aporta beneficios a corto plazo. Además, para los gatos y para todos los felinos, arañar es un medio para explorar su entorno, ya que liberan feromonas al hacerlo. Por lo tanto, si alguien opta por cortarle las uñas, debería recibir consejo de un veterinario quien le informará a partir de qué momento y si es recomendable.