Las enanas marrones son objetos cuya masa se encuentra entre la de las estrellas y la de los planetas, una masa demasiado pequeña para sostener la fusión estable de hidrógeno en su núcleo, el sello distintivo de estrellas como el Sol. Después de la confirmación de su existencia (en 1995, por un equipo español del Instituto de Astrofísica de Canarias) los expertos rápidamente se dieron cuenta de que se trataba de un subproducto natural de procesos que conducen principalmente a la formación de estrellas y planetas.
De acuerdo con un reciente estudio, liderado por Koraljka Muzic, de la Universidad de Lisboa y Aleks Scholz, de la Universidad de St Andrews, nuestra galaxia podría tener 100.000 millones de enanas marrones o más.Hasta ahora las miles de enanas marrones encontradas se encontraban relativamente cerca del Sol, la abrumadora mayoría a unos 1.500 años luz.
En 2006, el equipo de Muzic y Scholz comenzó una búsqueda de enanas marrones, observando cinco regiones de formación de estrellas cercanas, incluyendo las estrellas NGC 1333, a 1.000 años luz de distancia, en la constelación de Perseo. Este cúmulo de estrellas tiene una proporción de una estrella marrón por cada estrella normal, un número muy superior a lo habitual y nunca visto anteriormente.
Para establecer si NGC 1333 era inusual, en 2016 el equipo comparó los datos obtenidos con observaciones de otro cúmulo:RCW 38 que cuenta con una alta densidad de estrellas masivas y condiciones muy diferentes a otros cúmulos. Y lo que descubrieron fue que las proporciones de ambos cúmulos coincidían. “Nuestro hallazgo – explica Scholz – demuestra no solo que hay una gran cantidad de enanas marrones en estos grupos,, sino que en cualquier tipo de cúmulo, son muy comunes. Las enanas marrones se forman junto a las estrellas en grupos, por lo que nuestro trabajo sugiere que hay un gran número de enanas marrones allí afuera”.El estudio concluye que nuestra galaxia, tiene un mínimo de entre 25 y 100 mil millones de enanas marrones. Pero hay muchas enanas marrones más pequeñas y también más débiles, así que podría tratarse de un número aún mayor.
El estudio (The low-mass content of the massive young star cluster RCW 38), ha sido presentado en la Reunión Anual de la Royal Astronomical Society.
Juan Scaliter
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