La diabetes se produce cuando no hay suficientes células beta en el páncreas, o cuando las células beta secretan muy poca insulina, la hormona necesaria para mantener los niveles de azúcar en la sangre en el rango normal. Esta enfermedad puede conducir a complicaciones importantes: ataque al corazón, apoplejía, insuficiencia renal, ceguera y amputación de extremidades.
En nuestro país, según la Fundación Diabetes, el 13,8% de los españoles mayores de 18 años tiene diabetes tipo 2, lo que equivale a más de 5,3 millones de personas. De ellos, casi 3 millones ya estaban diagnosticados pero 2,3 millones, el 43% del total, desconocían que padecían la enfermedad.
Desde hace mucho tiempo, los expertos reconocen que la pérdida de células beta productoras de insulina como una causa de la diabetes tipo 1, en la que el sistema inmune ataca y destruye erróneamente las células beta. En los últimos años, los investigadores también han concluido que una deficiencia de funcionamiento de las células beta contribuye de manera importante a la diabetes tipo 2. Por lo tanto, el desarrollo de fármacos que aumenten el número de células beta sanas es una prioridad importante en la investigación sobre la diabetes.
Y aquí es donde se abre paso una reciente investigación realizada por expertos de la Escuela de Medicina de Mount Sinai, vinculada a los tumores benignos conocidos como insulinomas, tumores pancreáticos benignos que secretan demasiada insulina.
El equipo, liderado por Andrew Stewart,recolectó 38 insulinomas humanos y analizó sus patrones genómicos y de expresión. «Por primera vez, tenemos una receta genómica – explica Stewart en un comunicado –, un diagrama real en términos moleculares que demuestra cómo se reproducen las células beta. Cuando pensamos en tumores, habitualmente se nos cruza por la mente cáncer de mama o cáncer de colon, leucemia, etcétera. Nadie piensa en hacer genómica en tumores que realmente no matan a la gente. Así que la verdadera innovación aquí es que recolectamos tumores benignos que no producen metástasis y no causan daños, y estamos tratando de usar estos tumores benignos que producen la regeneración de células beta, para nuestro beneficio”. Los resultados se han publicado en la revista Nature.
Juan Scaliter