Los mundos desérticos de la ciencia ficción como Arrakis en Dune o Tatooine en Star Wars son fascinantes, pero según NASA, carecen de las condiciones necesarias para sostener vida.
Aunque estos planetas orbitan en teoría en zonas habitables, la pérdida de agua y la inestabilidad climática los vuelven extremadamente hostiles. Entender cómo el agua regula el clima nos acerca a saber qué planetas podrían albergar vida.
En astrobiología, la «zona habitable» se refiere al rango de distancia alrededor de una estrella donde las condiciones podrían permitir la existencia de agua líquida, un requisito esencial para la vida tal como la conocemos. Sin embargo, la presencia de agua no solo implica habitabilidad potencial, sino también estabilidad climática a largo plazo. Sin ella, un planeta puede experimentar cambios extremos en temperatura y atmósfera, que suelen llevar a condiciones inadecuadas para la vida.
Las representaciones de mundos desérticos como Arrakis y Tatooine han cautivado nuestra imaginación. En Dune, Arrakis gira en la zona habitable de su estrella, pero los nuevos hallazgos de la NASA sugieren que este tipo de planetas desérticos, aunque intrigantes, son poco aptos para la vida debido a la pérdida catastrófica de agua. Según la investigación presentada en la conferencia de la Unión Geofísica Americana en 2024, los planetas secos no tienen suficiente agua para regular su temperatura de manera estable, una característica vital para que la vida prospere.
Haskelle Trigue White-Gianella, doctoranda en la Universidad de Washington, explicó:
“Estos planetas áridos y secos, con significativamente menos agua que la de un océano terrestre, pueden ser comunes en el universo. Encontramos que existe un umbral de agua necesario para mantener un clima estable. Incluso si un planeta está en la zona habitable, si tiene poca agua, se transforma en un estado inhabitable”.
Los planetas con grandes reservas de agua, como la Tierra, han demostrado ser estables durante miles de millones de años. En cambio, aquellos con menos del 10% de cobertura de agua tienden a perderla gradualmente, enfrentándose a climas cada vez más extremos. Un ejemplo cercano sería Venus, que podría haber sido habitable en el pasado antes de que sus océanos hirvieran, desencadenando un efecto invernadero descontrolado.
La situación de Venus destaca lo que podría sucederle a los planetas desérticos: sin agua para regular el dióxido de carbono, las temperaturas pueden dispararse y destruir cualquier posibilidad de vida. Esto pone en duda la existencia de criaturas como los Jawas y los Tusken Raiders de Star Wars, al menos bajo las condiciones naturales que estos planetas podrían ofrecer.
Además, los científicos todavía no comprenden completamente cómo algunos planetas pasan de condiciones favorables a desiertos áridos. Marte, por ejemplo, con sus vastos campos de dunas, y Titán, la luna de Saturno cubierta de arenas orgánicas, son ejemplos enigmáticos. La misión Dragonfly de la NASA, programada para 2028, podría ofrecer pistas sobre estos procesos en Titán.
En el caso de Arrakis, su estrella, Canopus, es un tipo estelar de vida corta, lo que dificulta que la vida tenga tiempo suficiente para evolucionar. Además, en el universo ficticio de Dune, los icónicos gusanos de arena juegan un papel crucial en la transformación de la superficie del planeta en un desierto, reteniendo agua en el subsuelo y produciendo la especia melange, que impulsa los viajes espaciales.
Por otro lado, el físico planetario Kevin Grazier, en The Science of Dune, sugiere que los «truchas de arena», precursores de los gusanos, interactúan simbióticamente con hongos subterráneos para generar la especia. Esta teoría combina ciencia y ficción al explicar los efectos alucinógenos de la especia.
En cuanto a Tatooine, creado por George Lucas, las criaturas autóctonas como el womp rat o el dragón krayt probablemente no resistirían el proceso de desertificación descrito por los modelos de la NASA. Como dijo White-Gianella:
“Estos mundos desérticos de la ciencia ficción probablemente no sean reales, algo que puede decepcionar a algunos de nosotros”.
Aunque fascinantes, los planetas como Arrakis y Tatooine probablemente no puedan sostener vida, al menos no como la imaginamos hoy. Sin embargo, su estudio nos ayuda a comprender mejor los límites de la habitabilidad en el universo.
REFERENCIA
Desert planets like those in ‘Dune’ and ‘Star Wars’ unlikely to host life, NASA says