Una nueva tanda de imágenes tomadas por el Mars Reconnnaissance Orbiternos muestra apasionantes vistas de Marte. La más impactante es la que parece mostrar varias hileras de oscuros árboles, pero también encontramos hileras de surcos o la supuesta visión de un mar escarlata. Disfruta descubriendo paso a paso un mundo cada vez menos desconocido.
No, se trata de una ilusión óptica. Las líneas oscuras son bandas que se forman en las zonas de “frenado” de las dunas.
Todo el Polo Norte marciano está circundado por estas acumulaciones de arena, cubiertas de hidróxido de carbono helado. Cuando el sol las calienta, este pasa directamente a estado gaseoso y suelta granos de material basáltico, más oscuro, que se van deslizando ladera abajo. En su camino forman las manchas de la imagen y tiñen los topes escalonados de las dunas. Cada línea de esas escaleras mide unos 50 metros.
Este pequeño valle se encuentra en la zona elevada de un gran cráter en la región de Phlegra Dorsa. El cráter tiene unos 30 kilómetros de diámetro. Sus zonas más altas y este tipo de valles muestran materiales que surgieron a mucha profundidad y proporcionan pistas sobre el interior del planeta.
Las zonas «magulladas» han sido horadadas por la erosión. Se encuentran en otro gran cráter, el de Mojave, formado por el impacto en la superficie de otro cuerpo celeste. El diámetro total del cráter es de 60 km y presenta zonas muy elevadas, características de estas huellas de choque, cuando tienen más de 6 o 7 km de diámetro.
Las manchas blancas son acumulaciones de escarcha sobre un montículo del hemisferio norte. Fueron descubiertas a finales de la década de 1970 durante el programa Viking de la NASA y se han mantenido bastante estables desde entonces.
Las rugosidades a la izquierda de la imagen corresponden a un campo de dunas.
Las líneas blancas corresponden a sedimentos que han ido depositándose en formaciones escalonadas de hasta 2,5 kilómetros de grosor. Se extienden en el interior del cráter de Terby, de unos 165 kilómetros de diámetro. No se sabe que procesos han dado lugar a ese tipo de capas, pero las opciones que se barajan son la actividad volcánica, la acción del viento o que se hayan depositado en agua.
En un principio, se creyó que esta cubierta blanca en las llanuras del norte marciano estaba formada por escarcha. Sin embargo, repetidas observaciones la atribuyeron a una sustancia con menos encanto: el polvo. Si esta apuesta es acertada, sería un indicio de que estas dunas no se han desplazado recientemente.
En realidad, se trata de dunas alargadas y sorprendentemente similares. Se cree que se han originado por la acción de vientos que soplan en direcciones cambiantes. A los pies de cada una de ellas pueden observarse numerosas acumulaciones de grandes rocas sueltas.