El año pasado por estas fechas se servía la primera hamburguesa in vitro. Fueron necesarios cinco años para conseguir transformar las células madre de una vaca en una hamburguesa comestible, pero finalmente la carne de laboratorio estaba lista para saltar a la parrilla y ser degustada frente a la multitud curiosa de Londres. Ahora, un grupo de científicos, chefs y escritores han decidido poner el debate de la carne sintética nuevamente sobre la mesa con la publicación de un singular libro de recetas: The In Vitro Meat Cookbook (libro de cocina de la carne in vitro). Entre sus páginas aparecen recetas muy singulares, como alitas de dodo resucitado, snacks caníbales, helado de carne, filetes tejidos como si fuesen bufandas, sushi transparente o albóndigas mágicas para niños.
El original recetario, presentado el pasado martes en Ámsterdam, «explora distintos platos a base de carne in vitro que podrían terminar en nuestra mesa en el futuro«, afirma el doctor en filosofía holandés Koert van Mensvoort en el prefacio del libro.
Antes de decidir si estamos dispuestos a comer carne de laboratorio nos convendría pensar qué ocurrirá cuando en 2.050 nuestro planeta alcance los 9.000 millones de habitantes. Quitando los vegetarianos, los veganos y los aficionados a la dieta de insectos, aún quedan muchas personas interesadas en el consumo cárnico. Pensaréis que la solución es tan fácil como criar más vacas y cerdos, pero, desgraciadamente, las cosas no son tan sencillas y los pobres animales no tienen por qué salir siempre perdiendo. La industria mundial de la carne no sólo contribuye enormemente a aumentar la contaminación y los gases de efecto invernadero, sino que podría llegar a no abastecer a todo el mundo en unas décadas. Más teniendo en cuenta que aproximadamente cada década se duplica el consumo de carne.
¿Cómo podemos adelantarnos a la posible crisis de la proteína estrella? Si bien es cierto que podéis cambiaros a la moda de comer insectos o al tofu, hay un protagonista nuevo apareciendo por el horizonte: carne cultivada en laboratorio.
Si te da algo de sudor frío pensar en comer carne sintética, tranquilo, aún estamos a una o dos décadas de que sea un producto de consumo. Pero hay que admitir algo: es fascinante pensar que es posible.
Mitad ciencia-ficción, mitad investigación científica rigurosa y con 50 recetas divertidas, extrañas, inspiradoras y aparentemente deliciosas, pretende concienciar sobre cómo podríamos frenar aquellos hábitos de consumo que resultan devastadores para el medio ambiente. «La gente asume que la carne in vitro es totalmente artificial, y no quieren ni oír hablar de la posibilidad de comérsela», dice Mensvoort. «Pero entonces entran a un supermercado y compran caldos, concentrados de carne u otros productos que también son completamente artificiales. No lo entiendo.»
Acompañando a las recetas aparecen varias entrevistas y ensayos escritos por científicos, escritores, filósofos y chefs abordando los temas más polémicos del asunto: cómo esta carne podría acabar con el hambre en el mundo, la sostenibilidad que ofrece su producción o que los animales ya no tengan que morir para alimentar al mundo y las distintas implicaciones culturales que este último punto conlleva.
Vía | phys.org
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