El proyecto SETI@home, aquel que pretendía encontrar señales procedentes de civilizaciones inteligentes, echa el cierre de manera indefinida tras casi 21 años de análisis
Hace unos veinte años resultó muy popular una aplicación para aquellos primeros ordenadores de nuestras casas que gozaban de una conexión a Internet. Esta aplicación entraba en funcionamiento cuando se activaba el protector de pantalla del ordenador. Así se aprovechaba la capacidad de proceso cuando el ordenador no estaba en uso. La aplicación se llamaba “SETI@home” y analizaba datos procedentes del espacio. Buscaba señales de vida extraterrestre inteligente como parte del proyecto SETI (búsqueda de inteligencia extraterrestre, por sus siglas en inglés).
Recuerdo que cuando instalé la aplicación, de vez en cuando miraba esas líneas sin entender muy bien qué significaban. Sin embargo, sabía que estaba contribuyendo a analizar señales procedentes del espacio. Además, te daban el dato de la región del espacio de donde procedían esas señales. Para mí, aquella fue la primera vez que sentía que estaba participando en temas relacionados con la exploración del universo.
El proyecto se puso a disposición del público el 17 de mayo de 1999. Casi 21 años después, el pasado 31 de marzo, los servidores de SETI@home entraron en hibernación. De esta forma dejaron de enviar trabajo a los ordenadores participantes. Desde la institución alegan que el proyecto está en rendimientos decrecientes y consideran que ya han analizado los datos que necesitaban. Además, el trabajo de gestionar la distribución de datos es mucho. Ahora quieren centrarse en completar los análisis de los resultados que ya han obtenido para publicarlos en una revista científica.
¿Cuáles fueron los inicios de este proyecto? Parte de culpa del lanzamiento de SETI@home la tiene la ecuación de Drake. Se trata de una expresión creada por el astrónomo estadounidense Frank Drake en 1961. El resultado de esta ecuación estima en base a una serie de parámetros el número de civilizaciones capaces de ponerse en contacto con nosotros en estos momentos. En esta ecuación podemos encontrar parámetros de tres disciplinas distintas: Astronomía, Astrobiología y Etnología. Esta es su forma:
donde “N” es el número de civilizaciones que podrían ponerse en contacto con nosotros en base a los parámetros de la ecuación:
Dependiendo del valor que se le otorguen a los parámetros de la ecuación pueden obtenerse valores de “N” muy dispares. El valor de N = 10 fue estimación inicial de Drake. Por otro lado, el historiador especializado en temas científicos Michael Shermer, obtuvo el valor de N = 0,00000000142162 civilizaciones.
Volviendo al proyecto SETI@home, sus intenciones eran utilizar entre 50 000 y 100 000 ordenadores particulares. Debido a lo popular que resultó, pronto superó esas expectativas estimando que han participado unos 5 000 000 de ordenadores. En septiembre de 2001 SETI@home ya había realizado 10²¹ operaciones. En 2008 el proyecto obtuvo el Record Guinness por haber realizado el cómputo más grande de la historia.
Con SETI@home se puso en marcha el entorno BOINC (Berkeley Open Infrastructure for Network Computing). Este entorno hoy proporciona soporte para muchos proyectos de gran carga computacional en una amplia gama de disciplinas y ofreciendo grandes resultados. Por otro lado, el proyecto no ha demostrado evidencias de señales procedentes de inteligencias extraterrestres. También hay que tener en cuenta de que este programa no ha analizado ni tan siquiera un 2% del cielo.
Inicialmente, el proyecto SETI@home analizaba los datos proporcionados por el radiotelescopio de Arecibo en Puerto Rico. Además, desde 2016, el proyecto también estaba procesando señales del proyecto Breakthrough Listen cuyos datos se obtenían del telescopio Green Bank en Estados Unidos. Los datos se extraían pasivamente por lo que en estos telescopios no veían reducidas sus actividades científicas. Así, los dos telescopios aportaban datos para SETI@home mientras realizaban su ciencia.
Los datos tras ser digitalizados se enviaban a las instalaciones de SETI@home para analizarlos tanto en el espectro de la frecuencia como en el del tiempo. De esta forma, se buscaban variaciones que no puedan atribuirse al ruido. En otras palabras, buscaban señales que contuvieran información. Concretamente, se buscaban estos cinco tipo de señales:
A pesar de que SETI@home no ha confirmado ninguna señal procedente de una inteligencia extraterrestre, sí que ha identificado varios objetivos candidatos donde el pico de intensidad no se explica fácilmente y que han requerido un análisis más detallado. La señal candidata más significativa hasta la fecha se anunció el 1 de septiembre de 2004 y es una fuente de radio llamada SHGb02 + 14a.
Esta fuente fue captada a una frecuencia de 1420 MHz. Es una de las frecuencias sobre la que se están buscando señales procedentes de civilizaciones ya que es una frecuencia muy próxima a una en las que el hidrógeno absorbe y emite fotones. Sin embargo, no se ha confirmado el origen que el SETI espera.
Ese tipo de análisis es a lo que se están dedicando el equipo científico y técnico del proyecto SETI@home. Estos y otros análisis serán los que se publiquen en la revista científica una vez hayan concluido. Y, ¿quién sabe? Tal vez tras esa publicación, el proyecto se reanude… o no.
Antonio Pérez Verde es autor de Astrométrico.
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