En noviembre, una expedición científica viajará a uno de los lugares donde se han producido el mayor número de avistamientos de objetos voladores no identificados, las islas del Canal de California, en el Océano Pacífico
El ejército estadounidense no los llama ovnis–objetos voladores no identificados– sino “fenómenos aéreos no identificados” ( fanis, UAP, en sus siglas en inglés). La Armada de los Estados Unidos admitió que algunos objetos de comportamiento extraño capturados en vídeo por pilotos de jets a lo largo de los años no tienen explicación a día de hoy.
En el mes de agosto, la Armada norteamericana estableció un Grupo de Tareas sobre Fenómenos Aéreos No Identificados (UAP) para investigar su naturaleza y su origen. El equipo de UAPx incluye veteranos militares y físicos, así como científicos investigadores y observadores entrenados. Su propuesta es lanzar a la comunidad científica la idea de que estos objetos de extraño comportamiento tienen que dejar de ser contemplados como naves alienígenas y fruto de la imaginación, para empezar a investigarlos desde un pensamiento escéptico. Animan a los pilotos y observadores a enviar información siempre que se encuentren con fenómenos que no puedan explicar y han iniciado un programa de recogida de datos y observación empleando las nuevas tecnologías como IA y satélites.
La misión de UAP Expeditions anclará frente a la isla de San Clemente, la más meridional de las islas del Canal de California, propiedad de la Armada de los Estados Unidos, a mediados de noviembre, lugar en que han sido avistados numerosos UAP como el de 2004. En total, se observaron aproximadamente 100 objetos UAP volando en pequeñas formaciones de cinco a diez objetos cada una.
Las sucesivas formaciones de naves se detectaron inicialmente en las proximidades de la Isla Catalina y fueron rastreadas por el radar SPY-1 del USS Princeton, para luego desaparecer de la cobertura del radar en las proximidades de la Isla Guadalupe. Las formaciones de naves se mantuvieron a 28.000 pies a una velocidad de 100 nudos. Cuando se les acercaron varios F/A-18 Superhornets lanzados desde el Nimitz, se observó que los objetos se comportaban como «una bandada de aves» y desaparecieron.
Algunos de estos objetos tienen aceleraciones que van desde casi 100 Gs a miles de Gs – mucho más altas de lo que un piloto humano podría sobrevivir. No hay ninguna perturbación aérea visible y no producen estampidos sónicos.
Philippe Ailleris, controlador de proyectos en el Centro de Investigación y Tecnología Espacial de la Agencia Espacial Europea en los Países Bajos, lidera el Plan de Informes de Observaciones de Fenómenos Aeroespaciales No Identificados, un proyecto para facilitar la recopilación de informes UAP de astrónomos aficionados y profesionales.
Ailleris ha está impulsando la necesidad de estudiar con precisión estos fenómenos. «Nadie sabe dónde y cuándo puede aparecer potencialmente un UAP, de ahí la dificultad de la investigación científica en este ámbito».
Ailleris pide a la ESA que les facilite imágenes de su satélite Copérnico, de observación de la Tierra, para poder analizar posibles UAPs
Ailleris pide que se empleen para ello las nuevas tecnologías como los satélites civiles de observación de la Tierra que ofrecen imágenes, como Copérnico de la Unión Europea, un programa de observación de la Tierra coordinado y gestionado por la Comisión Europea en colaboración con la ESA.
«Gimbal» UAP, fue observado frente a la costa este de EE.UU. por un jet de la Marina en 2015. Este es el vídeo que tomaron los pilotos del jet.
Ailleris está utilizando imágenes tomadas por satélites para detectar y monitorear UAPs. «Estamos investigando el uso de satélites para monitorear la región del océano al sur de la Isla Catalina donde ocurrieron los encuentros del Nimitz en 2004», dijo Knuth, refiriéndose a los avistamientos de UAP informados por pilotos y operadores de radar con base en el portaaviones USS Nimitz.
Esa área será el objetivo de la expedición UAP 2021 llevada a cabo por Knuth y otros investigadores. El objetivo de la salida es «proporcionar pruebas científicas irrefutables de que los objetos UAP son reales, localizables y posiblemente se trate de objetos reconocibles», según el sitio web del proyecto.
Pasar dos horas semanales en un entorno natural puede reducir el malestar emocional en niños…
El bisfenol A (BPA) es un disruptor endocrino que está desapareciendo poco a poco de…
Un delfín solitario del Mar Báltico ha sido grabado hablando solo, lo que lleva a…
Un nuevo estudio traza una espectacular explosión de 100 millones de años en las señales…
Durante la llamada Crisis de Salinidad del Messiniense, el nivel del mar Mediterráneo era alrededor…
Ya sea rojizo, cobrizo o anaranjado, el cabello rojo seguirá formando parte de nuestra diversidad…