La ESA fotografía un ángel en la superficie de Marte

La foto de un ángel y un corazón en la superficie de Marte ha sido tomada por la Mars Express de la ESA

La foto se tomó el 8 de noviembre de 2020 (órbita 21305) cuando la sonda de la ESA Mars Express orbitaba el polo sur de Marte, normalmente cubierto de hielo. Como ahora mismo es el verano marciano, el hielo del planeta está en su nivel más bajo, y eso permite contemplar sus dunas, los cráteres, y otros accidentes geográficos.

De qué está hecho el ángel

La mano del ángel es una fosa de sublimación, que se forma cuando el hielo se convierte en gas y genera depresiones en la superficie del planeta. Su halo y la cabeza del ángel son el resultado de un cráter de impacto, un objeto de gran tamaño que impactó sobre la superficie. El corazón está formado por una fila de acantilados o laderas empinadas que ha ido tallando la erosión y, por debajo, se observa un oscuro campo de dunas cuya composición es aún un enigma para los científicos. Posiblemente son restos de la antigua actividad volcánica del planeta, que han sido destapados por el impacto de meteoritos y diseminados por toda la superficie de Marte por el efecto del viento.

Los diablos de polvo

El ángel está surcado por diablos de polvo. Este es el nombre que reciben las tolvaneras, líneas cruzadas hacia la izquierda de la imagen. Son muy comunes en el Planeta Rojo. Se forman por el polvo de la superficie calentada por el Sol arrastrado por el viento.

Este paisaje también muestra signos de tolvaneras en el patrón oscuro y lleno de líneas entrecruzadas hacia la izquierda de la imagen.

Hace tan solo unos meses, Mars Express encontró en el polo sur de Marte signos de tres nuevos lagos de agua salada líquida que podrían encontrarse bajo el hielo, lo que se sumaría al descubrimiento de un gran depósito subterráneo en 2018.

Aunque el Planeta Rojo hoy parece seco y carente de vida, antaño fue más cálido y húmedo, tal y como sucedía con la primitiva Tierra. Aunque en la superficie ya no sea posible la presencia de agua, el entorno subterráneo aún es apto para albergar antiguos sistemas lacustres que tal vez podrían contener indicios de vida.