Si vas conduciendo y ves la Luna en el espejo retrovisor, parece seguirte. Por más que avanzas, la Luna está ahí, imperturbable. No ocurre igual con cualquier objeto que veas en el espejo retrovisor, todo se aleja a medida que avanzas
Es una ilusión óptica. La Luna está muy lejos, en comparación con cualquier otra cosa que veas cuando conduces, como los postes de teléfono que parecen pasar volando junto a tu automóvil mientras vas por una autopista.
La Luna está tan lejos que su tamaño y forma en el cielo no cambian a medida que te alejas. Alejarte un kilómetro es una insignificancia en comparación con la distancia que te separa de la Luna. Por eso parece seguirte.
Pensamos en la Luna como un objeto nocturno porque a menudo se nos muestra de esa manera en libros y películas. Incluso usamos el Sol como símbolo para el día y la Luna para la noche. Pero la Luna en realidad pasa casi tanto tiempo en el cielo diurno que en el nocturno. Podemos verla de día por la misma razón por la que podemos hacerlo de noche: porque refleja la luz del Sol.
Pensemos por qué podemos ver la Luna de noche. A diferencia de nuestro Sol, la Luna no crea su propia luz. Solo podemos verla porque la luz del Sol se refleja en su superficie. Lo mismo ocurre durante el día, y a diferencia de las estrellas que todavía están allá arriba durante el día pero no podemos verlas porque el cielo es demasiado brillante y no nos llega la luz que ellas sí producen, la Luna en realidad brilla lo suficiente como para que puedas verla de día o de noche como siempre y siempre que esté en tu visión del cielo, es decir, que la Tierra no esté ocultándola.
Durante una Luna llena, la Luna está opuesta al Sol en el cielo. A medida que la Tierra gira, la Luna sale justo cuando el Sol se pone, pero solo en ese único día del mes. En los días previos a la Luna llena, si miras en el cielo del este, puedes encontrar la Luna casi llena saliendo antes de que se ponga el sol. Y los días posteriores a la luna llena, puedes mirar en el cielo occidental y encontrar la puesta de la luna después de que el sol haya salido.
Impresionantes fotos de la Luna hechas por la NASA
A simple vista, puedes ver las áreas en gris oscuro en la superficie de la Luna, que son lava enfriada, llamadas mares.
La Luna tiene 26 mares, son inmensos desiertos. Se les llamó así porque los antiguos astrónomos creyendo que esos caracteres serían como los mares de la Tierra.
En realidad se trata de enormes valles sin cráteres, o en algunos casos, estos son muy escasos. El material que predomina en estas extensiones es el basalto, el cual, se cree, «rellenó» estos valles, durante erupciones masivas, en la cara visible de la Luna.
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