A muy poca distancia de tu ciudad puedes tener algunos de los geoparques más importantes de Europa
La orografía de España es complicada, por decirlo suavemente. Las placas tectónicas plegaron el territorio como un acordeón, formando los Pirineos, el sistema Bético, la cordillera cantábrica y el sistema central. Esto hace que el país sea infernal para construir vías de tren y autopistas, pero un paraíso para los geólogos.
La Península Ibérica contiene rocas de todas las edades y están representados casi todos los tipos de roca. En el centro, el Macizo Ibérico está formado por un bloque cratónico, llamado así porque contiene rocas muy antiguas, formado al final del Paeozóico, y muy rígidas.
En el noreste la península está limitada por la Faja Pirenaica y en el sureste por la cadena de pliegues béticos. Estas dos cadenas de montañas forman parte del Cinturón Alpino. Por su parte, las Islas Canarias son el resultado de una intensa activa edad volcánica. Esto hace que, vivas donde vivas, haya un geoparque cercano que visitar. Estos son algunos de los más importantes:
El geoparque de Molina de Aragón y Alto Tajo en Guadalajara
En la provincia de Guadalajara, a unas dos horas en coche desde Madrid, se encuentra el el geoparque de Molina de Aragón y Alto Tajo, que se incorporó recientemente a la Red Europea de Geoparques. Además de admirar el castillo-fortaleza de Molina de los Caballeros, merece la pena visitar los 4.000 kilómetros cuadrados de algunas de las formaciones más interesantes de la península, como garganta del río Gallo, el bosque fósil de Aragoncillo y la fosa de Alcorón. El símbolo del parque es el aragonito, una variedad de calcita que cristaliza en prismas hexagonales y que fue descrita por primera vez gracias a las muestras encontradas en Molina de Aragón.
http://www.geoparquemolina.es/
Cabo de Gata-Níjar, Almería
Las formaciones rocosas del Cabo de Gata, en la costa de Almería, nos saludan desde sus 10 millones de años de antigüedad, cuando la zona era un hervidero de lava volcánica. Se trata de una de las mayores montañas derivadas del magma de Europa. En la zona se pueden distinguir antiguas coladas de lava, cúpulas volcánicas, cráteres y playas fosilizadas. El paisaje es un semidesierto, pero sin embargo contiene una gran variedad de ecosistemas, entre los que se encuentran más de 1.000 especies vegetales endémicas y algunas de las playas más bellas de España.
Sierra Norte, Sevilla
La Sierra Norte de Sevilla se extiende desde la mina del Cerro del Hierro hasta las esféricas rocas de granito de El Pedroso y el Real de la Jara. Entre medias, nos encontramos con la cueva de los Covachos, donde el arte rupestre se mezcla con grafitos modernos y céntranos, la cascada del río Huéznar, las medusas fosilizadas de Peña Escrita y más de 170.000 hectáreas de alcornoques, encinas y olivos.
Sobrarbe, Huesca
El Sobrarbe, en la provincia aragonesa de Huesca, alberga algunos de los paisajes más llamativos de todo el Pirineo español, desde las cumbres calcáreas de Treserols hasta los cañones de Ordesa y Añisclo, los valles de Pineta y Escuaín, el macizo de Posets, el valle de Chistau y la Sierra de Guara. Además de infinidad de rutas de montaña de una belleza sobrecogedora, se organizan todo tipo de actividades para pequeños y mayores.
Cataluña Central, Barcelona
El inmenso geoparque de Cataluña Central contiene el macizo dentado de Montserrat es lo que emergió del mar que era el interior de Cataluña hace unos 36 millones de años, a través del mismo proceso de plegamiento que dio origen a los Pirineos. Las rocas calizas expuestas por el plegamiento dieron lugar un gran sistema de cuevas como las de Toll y del Salnitre, protagonistas de otra visita anterior.
https://quo.eldiario.es/ciencia/viajes/q2103316199/cuevas-sales-barcelona-gaudi/
Costa vasca, Gipuzkoa
Una franja de 13 kilómetros entre los municipios de Deba, Mutriku y Zumaia, forma parte de la Red Europea de Geoparques y es Geoparque Mundial de la UNESCO, porque contiene un tesoro muy especial. Los fósiles atrapados durante más de 50 millones de años en la formación rocosa conocida como técnicamente como flysch. Este fascinante paisaje se forma cuando sedimentos alternados de distinta dureza quedan expuestos y sufren diferentes grados de erosión, dando lugar a un “hojaldre” de roca. Cada estrato del flysch nos cuenta una parte de la historia de la Tierra que comienza en el Cretácico Superior (hace unos 100 millones de años) hasta el Eoceno (hace 40 millones de años).
Isla de El Hierro, Islas Canarias
Mucha gente conoce el Hierro por sus espectaculares paisajes submarinos, lo que convierte a la isla en una meca del buceo, pero su geoparque en la superficie no es menos interesante. La erupción de un volcán submarino frente a la isla en 2011 es solo el último capítulo de la turbulenta historia del archipiélago que empezó hace 100 millones de años, cuando el fondo marino se abrió y liberó el magma que dio lugar a las Canarias. El Hierro es la isla más pequeña y salvaje del archipiélago, y en su escasa superficie se encuentran más de 500 conos volcánicos y cerca de 70 cuevas de lava, como la de Don Justo, cuyas galerías se extienden más de seis kilómetros.
Villuercas-Ibores-Jara, Cáceres
Extremadura esconde paisajes inesperados, como el del geoparque de Villuercas-Ibores-Jara, en Cáceres, donde los bosques de hoja caduca conviven con olivares, encinares y campos de jaras. Es un lugar rocoso, de montañas con picos irregulares que se elevan por encima de los robledales. Bajo estas montañas hay una intrincada red de formaciones kársticas en el interior de la cueva de Castañar de Ibor, que fue declarada monumento natural en 1997 por sus impresionantes estalactitas de calcita, sus formas arbóreas y sus delicadas «flores» de aragonito.
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