Investigadores de Atapuerca zanjan una de las polémicas más inquietantes sobre los neandertales. Acaban de demostrar que hablaban como nosotros.
Los neandertales fueron una especie con un cerebro tan grande como el nuestro, cuidaban de sus enfermos, enterraban a sus muertos, se adornaban y dominaban el uso del fuego. Un día se extinguieron, dejando en nuestra intimidad genética restos de su presencia.
Convivimos con ellos, nos mezclamos con ellos. De hecho, en los últimos tiempos de pandemia, incluso hay investigaciones que sugieren que genes heredados de neandertales tienen en nuestra especie un efecto protector contra el coronavirus.
La extinción de los neandertales, el por qué desaparecieron para siempre dejándonos solos, aún hoy genera el desconsuelo de haber perdido una especie hermana, y la incógnita de si tuvimos algo que ver.
La discusión sobre si los neandertales hablaban o no ha enfrentado a grupos de investigadores en el campo de la Prehistoria desde hace al menos cinco años. “Uno de los grandes problemas en el estudio de la historia evolutiva de los seres humanos era establecer si hubo alguna otra especie humana, diferente a la nuestra, que también dispusiera de lenguaje.
En concreto, la posibilidad de que los neandertales también hablasen ha sido una de las polémicas más intensas y trascendentes”, asevera Juan Luis Arsuaga, director del Museo de la Evolución Humana y co-director de las excavaciones e investigaciones en Atapuerca.
Durante décadas los datos procedentes desde la Paleoantropología (el estudio de los fósiles humanos) parecían descartar que los neandertales pudieran hablar. Sin embargo, en las últimas dos décadas, nuevos datos desde el campo de la Arqueología (el estudio de la cultura material y de las actividades humanas del pasado) han venido poniendo en duda esta idea.
La primera prueba de que podían hablar tuvo que ver con el hallazgo de una variante del gen FOXP2 en los neandertales, que es característica del Homo sapiens y que está relacionada con las capacidades lingüísticas.
“Este hecho abrió la puerta a muchos especialistas a sostener que los neandertales pudieron hablar. Pero faltaba la prueba paleontológica, que felizmente hemos podido lograr. De hecho, los neandertales fueron una especie con un cerebro tan grande como el nuestro, cuidaban de sus enfermos, enterraban a sus muertos, se adornaban y dominaban el uso del fuego”, señala la Prof. Mercedes Conde Valverde, responsable en última instancia de esta revolución en el campo de la Prehistoria.
Este descubrimiento, en el que ha participado Juan Luis Arsuaga, director científico del MEH, acaba de ser publicado en la revista ‘Nature Ecology & Evolution’ y en el mismo se reconstruye por primera vez la audición en los neandertales y por ende logran encontrar la prueba de que hablaban.
La investigación se ha llevado a cabo con restos fósiles de pre neandertales que ocuparon la Sima de los Huesos, en Atapuerca, hace medio millón de años (Pleistoceno medio).
Al menos 29 individuos permanecen desde hace 430.000 años en la Sima de los Husos, y no llegaron por su propio pie, sino que alguien arrojó sus cadáveres por la chimenea vertical que da acceso a esta extraordinaria cámara subterránea. Entre esos restos está Benjamina, una niña que nació con una enfermedad congénita que exigió a la comunidad cuidar de ella.
Durante décadas se ha discutido el significado de esta conducta, si se trata de un comportamiento funerario simbólico, con un rito, algo que indicaría que el pensamiento abstracto ya habría hecho su aparición hace medio millón de años. La prueba que sugiere que aquel fuera un enterramiento simbólico tiene que ver con el hallazgo de un bonito bifaz, Excalibur asociado a los restos fósiles. ¿Alguien lo dejó junto a los muertos con una intención?
Si fuera así, la Sima de los Huesos representaría la primera evidencia irrefutable de la cultura de la muerte.
Con restos fósiles de 9 individuos de la Sima de los Huesos acaban de mostrar que podían hablar.
Han realizado un estudio sobre modelos tridimensionales de las cavidades del oído externo y medio efectuados a partir de cientos de imágenes de tomografía computarizada de gran resolución de cinco ejemplares neandertales y de otros nueve individuos procedentes del yacimiento de la Sima de los Huesos, en la Sierra de Atapuerca.
“Los fósiles de Atapuerca están datados en alrededor de hace 450.000 años y corresponden a una población antepasada de los neandertales. Con estos datos, ha sido posible establecer en los fósiles determinadas capacidades auditivas que están directamente relacionados con la presencia de lenguaje”, destaca Ignacio Martínez, Prof. de la UAH y director de la Cátedra de Otoacústica Evolutiva y Paleoantropología.
Este descubrimiento, realizado por el equipo de investigadores españoles de la Cátedra de Otoacústica Evolutiva y Paleoantropología de HM Hospitales y la Universidad de Alcalá (UAH), liderados por la profesora Mercedes Conde Valverde, y en el que ha participado Juan Luis Arsuaga, director científico del Museo de la Evolución Humana, acaba de ser publicado en la prestigiosa revista especializada ‘Nature Ecology & Evolution’ y en el mismo se reconstruye por primera vez la audición en los neandertales y la prueba de que hablaban.
Información de Fundación Atapuerca
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