Una nueva investigación informa sobre las consecuencias de alimentar a las vacas lecheras con cáñamo comercial
Un nuevo estudio publicado en la revista Nature describe cómo, a pesar de que el producto de cáñamo contiene niveles insignificantes de THC, el principio psicoactivo de la marihuana, los investigadores detectaron cambios significativos en el comportamiento de los animales y niveles medibles de THC en su leche.
El objetivo principal de la investigación era investigar si alimentar al ganado con cáñamo era seguro tanto para el animal como para los productos animales resultantes cosechados para el consumo humano.
En los últimos años, el cultivo de cáñamo ha aumentado a medida que el mercado del aceite de CBD crecía rápidamente, pero los agricultores suelen quedarse con enormes volúmenes de biomasa de cáñamo una vez que se han extraído los compuestos cannabinoides.
Entonces, ¿se puede alimentar al ganado con esta biomasa sobrante de forma segura?
Para explorar esta cuestión, un equipo de investigadores realizó varios experimentos de alimentación con vacas lecheras lactantes. La ración diaria de comida de los animales se complementó con biomasa de cáñamo de muy baja concentración de cannabinoides (concentraciones de THC delta-9 del 0,12%, por debajo del umbral permitido del 0,2% establecido para el cáñamo comercial).
Desde el punto de vista del comportamiento, los animales mostraron una serie de cambios notables tras ser alimentados con cáñamo. Aumentaron los movimientos de la lengua, los bostezos, salivación, formación de secreciones nasales, enrojecimiento de la membrana nictitante que protege sus ojos, y apariencia somnolienta. «Algunos animales mostraron una marcha cuidadosa y ocasionalmente inestable».
Los investigadores también informaron de que se podían detectar niveles medibles de cannabinoides en la leche de las vacas después de haberlas alimentado con cáñamo. Estos cannabinoides, en particular el THC delta-9, pudieron detectarse en niveles que los investigadores sugieren que podrían afectar a los humanos. No obstante, las concentraciones de THC en la leche se disiparon rápidamente cuando se retiró el cáñamo de la alimentación de los animales.
No está claro si beber la leche de estas vacas alimentadas con cáñamo podría provocar efectos psicoactivos en los seres humanos, pero los investigadores dejan claro que los niveles de cannabinoides que detectan podrían ser un problema para los niños o las mujeres en periodo de lactancia.
Este hallazgo plantea la posibilidad de que el cáñamo se añada a la dieta de algunos animales como forma de reducir su estrés. Siempre que haya un periodo de lavado que elimine los cannabinoides del sistema del animal, podría haber beneficios significativos al añadir cáñamo a la alimentación del ganado.
En declaraciones a The New York Times, los investigadores dijeron que cuando una vaca pasa más tiempo «holgazaneando» puede engordar más. Así que si se pueden establecer resultados alimentarios seguros y libres de cannabinoides, entonces conseguir que los animales estén un poco colocados puede ser mejor tanto para las vacas como para los ganaderos.
REFERENCIA
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