Los gatos que arañan los muebles pueden frustrar a sus dueños, pero este comportamiento felino normal podría controlarse
Muchos propietarios de gatos están familiarizados con los cojines, alfombras y sofás rasgados. El instinto felino de arañar es innato, pero a menudo los propietarios lo perciben como un problema de comportamiento y a veces da lugar a intervenciones que no son favorables a los gatos.
Ahora, un equipo internacional de investigadores ha estudiado qué factores influyen en el comportamiento indeseado de arañar de los gatos domésticos. Han publicado sus conclusiones en Frontiers in Veterinary Science.
«Aquí demostramos que ciertos factores -como la presencia de niños en casa, los rasgos de personalidad de los gatos y sus niveles de actividad- influyen significativamente en el alcance del comportamiento de arañado», afirma la Dra. Yasemin Salgirli Demi̇rbas, investigadora veterinaria de la Universidad de Ankara y primera autora del estudio. «Nuestros hallazgos pueden ayudar a los cuidadores a gestionar y redirigir el rascado hacia materiales apropiados, lo que podría ayudar a fomentar un entorno de vida más armonioso tanto para los gatos como para sus cuidadores.»
Los investigadores preguntaron a más de 1.200 propietarios de gatos en Francia sobre la vida cotidiana y las características, así como sobre los comportamientos de arañado no deseados de sus compañeros felinos. El financiador del estudio, Ceva Santé Animale, colaboró en la recogida de estos datos.
Los resultados de los investigadores mostraron que hay varios factores que influyen en el comportamiento de arañar de los gatos. «Observamos una clara relación entre determinados factores ambientales y de comportamiento y el aumento del comportamiento de arañado en los gatos», explicó Salgirli Demirbas. «En concreto, la presencia de niños en el hogar, así como altos niveles de juego y actividad nocturna, contribuyen significativamente al aumento del arañado. Los gatos descritos como agresivos o perturbadores también mostraron mayores niveles de arañazos».
Según los investigadores, el estrés es una de las principales causas de los arañazos no deseados. Por ejemplo, la presencia de niños, sobre todo cuando son pequeños, podría amplificar el estrés y ser una de las varias causas que pueden hacer que los felinos arañen por estrés. Sin embargo, la relación entre el aumento de los arañazos y la presencia de niños en casa no se conoce del todo y es necesario realizar más estudios. Otro factor que también podría estar relacionado con el estrés es el juego. Cuando los gatos juegan durante mucho tiempo, sus niveles de estrés pueden aumentar debido a la estimulación ininterrumpida.
Aunque algunos factores que favorecen el arañado -como la personalidad del gato o la presencia de niños- no pueden modificarse, otros sí, según los investigadores. Colocar rascadores en zonas por las que el gato pase con frecuencia o cerca de su lugar de descanso preferido, o el uso de feromonas, por ejemplo, pueden reducir los arañazos de los gatos en los muebles.
«Proporcionar escondites seguros, lugares de observación elevados y amplias oportunidades de juego también puede ayudar a aliviar el estrés y a que el gato participe en actividades más constructivas», señala Salgirli Demirbas. La clave está en establecer varias sesiones cortas de juego que imiten situaciones de caza satisfactorias. Es más probable que estas sesiones de juego mantengan el interés de los gatos y reduzcan el estrés, lo que a la larga puede reducir los arañazos excesivos en los muebles. Según los investigadores, también pueden fomentar el vínculo entre los gatos y sus cuidadores.
«Comprender las motivaciones emocionales subyacentes al comportamiento de arañar, como la frustración, que parecen estar vinculadas a rasgos de personalidad y factores ambientales, permite a los cuidadores abordar estos problemas directamente», afirma Salgirli Demirbas. Aunque los investigadores tuvieron que basarse en datos autodeclarados, que son propensos a la subjetividad, han obtenido información única sobre la conducta de arañar de los gatos. El objetivo de esta investigación y de otras futuras es desarrollar estrategias más eficaces para controlar este comportamiento y, en última instancia, mejorar el vínculo y la armonía entre los gatos y sus cuidadores.
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