Porsche traiciona sus principios, ¡y le sale bien!

Porsche Taycan Cross Turismo, el coche que los nostálgicos de Porsche cuestionarán

Todos los Porsche de la historia tienen un motor de combustión con un sonido embriagador. ¿Todos? Bueno, todos hasta que Porsche se dio cuenta de que la electrificación iba en serio y tomó cartas en el asunto. Prueba de ello es que están comercializando el Porsche Taycan Cross Turismo, una traición a la ortodoxia de Porsche que, tras alguna que otra tentativa, comenzó en 2013 con el lanzamiento del 918 Spyder. No era este biplaza un eléctrico puro, pero sí un híbrido enchufable que mostró el camino del futuro a sus más directos rivales, el McLaren P1 y el Ferrari LaFerrari. Solo estuvo a la venta un año y apenas recorría 19 km en modo eléctrico, pero supuso el inicio de un replanteamiento sin retorno para la marca.

Pero el Porsche Taycan Cross Turismo no tiene el mérito o la deshonra de ser el primero de la casa que ha renegado de los motores de combustión. Fue el Porsche Taycan, con su carrocería cupé, el que rompió el hielo de los eléctricos puros en la casa. Y, como todos los cupés, se ha visto abrumado por la explosión y el crecimiento de las carrocerías SUV. El resultado es que los responsables de Porsche han lanzado al mercado una configuración que ofrece más habitabilidad, y sobre todo más altura para los pasajeros de las plazas traseras. Lo han llamado Taycan Cross Turismo y es una especie de crossover que, además, permite hacer ciertos pinitos por el campo y quizá un poco más que eso.

La tracción a las cuatro ruedas está basada en que hay dos motores eléctricos. Uno mueve el eje trasero y el otro el delantero. De forma conjunta el Porsche Taycan 4 Cross Turismo ofrece 476 CV. Combina su potencia con una suspensión neumática adaptativa que puede aumentar la altura libre al suelo hasta los 17 cm. Teniendo en cuenta que es un crossover, no está nada mal.

Esta distancia se va ajustando en función de la velocidad que lleve el coche en cada momento o del modo de conducción que se elija. El denominado Gravel, de gravilla en inglés, adapta los diferentes elementos de propulsión, suspensión y control de tracción. Es el que hay que accionar si te da por meterte por el campo y no te paralizan los 98.000 euros que has pagado por el coche en su versión Taycan 4. En los modos de conducción más deportivos, Sport y Sport Plus, se reduce automáticamente la altura libre al suelo para situar el centro de gravedad más bajo y se endurecen los tarados de la suspensión.

Y esto sí que no tiene arreglo

O sea, todo lo que espera cualquier fan de Porsche. Lo que sí echarán de menos los entusiastas de la casa es el sonido característico de la marca, porque sonido y emoción van ligados cuando se habla de automóvil. Solo de pensar en el ruido bronco y áspero de un 911 se eriza la piel. Realmente engancha. Termina dejándote con la cara dolorida de tanto contener la sonrisa. Pero en el Porsche Taycan Cross Turismo no hay sonido. Solo un zumbido al acelerar que, hay que reconocer, también emociona.

¿Por qué no subes un puerto de montaña o atraviesas un tramo de curvas para ver de lo que es capaz? Anímate a explorar sus límites dentro de las reglas del juego legal y tendrás tu recompensa. Comprobarás que este Porsche, a pesar de no hacer ruido, está hecho para quienes llevan adrenalina en las venas. Su aceleración es casi instantánea. Veras como tu cabeza se queda pegada al reposacabezas al emplear solo 5,4 s en alcanzar los 100 km/h.

Un poco de ansiedad no hay quien te la quite

Según Porsche, la autonomía real es de 456 km. Pero todo esto es relativo porque, al igual que ocurre con los motores de combustión, el dato varía en función del tipo de conducción que se haga. Lo malo es que los coches eléctricos producen tal ansiedad que una termina buscando dónde cargar ante de apurar la batería. Es en ese momento cuando la opción de aprovechar al máximo la energía de la frenadas y las recuperaciones se hace más conveniente. No se activa con la tecla B que tienen muchos coches eléctricos, sino a través de un botón en el volante. Si lo gestionas bien y mantienes el acelerador a raya, puedes incluso hasta ganar algo de autonomía con condiciones de conducción favorables.

El interior es como el del Taycan berlina, con grandes pantallas y un mando giratorio en el volante para seleccionar los diferentes modos de conducción. Te sentirás a gusto, como si hubierais nacido el uno para el otro. Y cuando mires a través del parabrisas verás el mundo del otra manera. Sonreirás y más cuando compruebes la libertad que da tener la etiqueta cero de la DGT para circular sin restricciones por la gran ciudad.