El 296 GTB es híbrido enchufable y consolida el camino de la electrificación en Ferrari

Ferrari no hace más que romper moldes. En los últimos años han sido varios. El primero, abrir el camino de la hibridación en 2019 con el SF90 Stradale; el segundo, abandonar Maranello (Italia) para presentar un nuevo modelo, el 296 GTB un biplaza también híbrido; El tercero, montar en este coche de calle un V6, algo también realmente extraordinario en la marca.

¿A qué se debe tanta revolución? Ferrari no es ajena las tendencias del mercado y de sus propios consumidores. Desarrollar modelos híbridos era casi obligado en un mundo en el que las presiones medioambientales son cada día mayores. Y para hacerlo, además de basarse en la tecnología de hibridación ya desarrollada en el SF90 Stradale, rebuscó en sus anales y se acordó de la vieja Dino, una marca de acceso del fabricante que dejó de comercializarse en 1976. Los Dino llevaban motores V6 y tracción trasera, un esquema que ahora recupera el 296 GTB pero con muchos matices. El fundamental es que este V6 es completamente nuevo y tiene la ventaja de que, al ser más pequeño, permite acortar la distancia entre ejes hasta los 2600 mm, 50 mm menos que las berlinettas anteriores de Ferrari con motor central trasero. En otras palabras, se han atrevido a montar un V6 en un verdadero Ferrari para ganar en dinamismo y eficiencia.

 

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Los dos turbos del Ferrari 296 GTB se acomodan entre los seis cilindros en V.

 

Cuatro años han tardado en desarrollarlo, un tiempo que los ingenieros de la casa han invertido en hacer que este motor huela a Fórmula 1 por los cuatro costados. Mejor dicho, por seis porque el ángulo de apertura de la V que forman sus seis cilindros se ha abierto hasta los 120º frente a los 90º del SF90 Stradale. La solución ya es conocida en los V8 que Ferrari utiliza en la Fórmula 1, pero inédita hasta ahora en motores más pequeños y 30 kilogramos más ligera que los V8. Lo que consiguen al abrir tanto la V es crear una «cama» para que se alojen los dos turbos. Bajan además, el centro de gravedad, el coche gana en estabilidad y, como ellos dicen, en diversión. Porque el lema Hecho para Divertirse no dejó de pronunciarse durante la presentación del modelo en el circuito de Monteblanco, en la provincia de Huelva, un lugar insólito para Ferrari teniendo en cuenta su querencia y servidumbre con la matriz de la casa en Maranello (Italia).

Como los grandes de la historia

Y divertido es por muchas razones. Alcanza los 100 km/h en solo 2,9 segundos gracias a la rapidez de respuesta que le da la combinación de su motor eléctrico de 122 kWh (167 CV) con el de V6 de gasolina de 663 caballlos. 830 CV entrega este Ferrari de tracción trasera… como los grandes superdeportivos de la historia.

¿Por qué la denominación 296 GTB?

En este caso, su nombre, 296 GTB, lo dice todo. 29 en referencia a los 2.992 cm3 de cilindrada de su motor; 6 por los seis cilindros que lo configuran y GTB para reflejar que se trata de un clásico Gran Turismo Berlinetta. La diferencia ahora es que el conductor puede determinar el grado de locura que está dispuesto a asumir o, lo que es lo mismo, saber hasta dónde quiere llegar en un circuito. Y para eso cuenta con la opción de desconectar el control de tracción y también con poder gestionar a su antojo el flujo de energía. El eManettino, como llaman al mando que hace posible esta solución, se acciona desde el volante e incluye cuatro modos de funcionamiento.

 

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Asientos casi en el suelo para bajar el centro de gravedad.

 

Qualify ofrece todo el rendimiento posible pero utilizando el sistema híbrido de manera que la carga de la batería se mantiene intacta. Esta opción es muy útil para poder conducir en modo eléctrico al entrar en la ciudad.

El modo Performance es para esos momentos de desparrame deportivo en circuito. Ahí el motor de combustión lo da todo porque no solo está al máximo rendimiento deportivo, sino que además recarga la batería para que el 296 GTB pueda aprovechar también toda la potencia de su propulsor eléctrico.

La opción Hybrid es la que selecciona por defecto a la hora de arrancar y va alternando el motor eléctrico y el de gasolina en función de lo que considera más eficiente en cada momento. El planteamiento es similar al de otros coches híbridos del mercado.

La cuarta posibilidad que ofrece el eManettino es la denomina eDrive, que significa que todo se confía al motor eléctrico siempre que se circule por debajo de 135 km/h. La autonomía en este caso es de 25 km, muy inferior a la que ofrecen otros coches híbridos enchufables. ¿Por qué tan pocos kilómetros? Lo primero porque mientras los fabricantes generalistas están muy condicionados por las restricciones presentes y futuras respecto al acceso de los vehículos de combustión a las ciudades, Ferrari piensa en circuitos y trazados sinuosos. Y lo segundo porque el sistema de recuperación de energía que en otros coches se limita prácticamente a las frenadas y retenciones normales en un coche de calle, aquí se nutre también de todo ese potencial que se genera al evitar las perdidas de tracción del eje trasero.

 

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El Ferrari 296 GTB apuesta por la configuración de motor central trasero.

 

Todo el conjunto se apoya en una caja automática de doble embrague y 8 velocidades con levas en el volante. Está desarrollada por uno de los grandes colosos mundiales de los cambios de marcha, Magna PT, que también suministra sus equipos a Porsche, Mercedes-Benz y muchas otras marcas.

O sea, el Ferrari 296 GTB reúne todo lo que debe tener un purasangre. Lamentablemente no tendrá el privilegio de poder decir que lo es porque la marca va a lanzar este mismo año un SUV, que ellos prefieren denominar FUV –Ferrari Utility Vehicle– que se llamará Ferrari Purosangue. ¿Una traición a los principios de la marca? No, otra revolución interna que, como el resto, seguro que les sale bien.

 

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El Ferrari 296 GTB cuenta también con una versión de más altas prestaciones, la Assetto Fiorano.