El Mitsubishi ASX está construido sobre una plataforma del consorcio Renault-Nissan-Mitshubishi que utilizan varios modelos del grupo
Al sur de Valladolid, en una superficie de 150 Ha, se sitúa una de las mayores fábricas de automóviles que hay en España. Allí se fabrica el Renault Kangoo, el Renault Captur… y el Mitsubishi ASX. El coche japonés no es un intruso de la planta de coches vallisoletana, sino el resultado de una alianza entre el fabricante japonés y el francés que se firmó en 2017 ante la presencia Nissan, tercer integrante desde 1999 de este trío de conveniencia.
Que el Mitsubishi ASX se produzca en Valladolid no es casual. Al igual que algunos modelos del grupo se asienta sobre una estructura denominada Common Module Family (CMF-B). Se trata de una arquitectura modular general que, al ser utilizada como base por varios vehículos, persigue reducir los costos de fabricación y, a su vez, ser competitivos frente a estructuras similares de otros fabricantes, como la plataforma MQB del Grupo Volkswagen.
El logo de Mitshubishi, un gran consorcio industrial con tentáculos en casi todas las áreas industriales, simboliza tres diamantes
Gran parte del éxito de la Common Module Family (CMF-B) de la alianza Renault-Nissan-Mitshubishi se basa en que consta de cinco módulos intercambiables: compartimiento del motor, cabina, electrónica, suspensión y eje delantero por un lado y también suspensión y eje trasero por otro. O sea, más que hablar de plataforma sería mejor referirse a todo esto como un sistema de fabricación: una especie de lego que permite múltiples opciones.
Y en el caso del Mitsubishi ASX eso se traduce en un vehículo que presume de ser un Active Sport Crossover o, lo que es lo mismo, un SUV compacto, que es donde ahora mismo se libra la batalla de las ventas.
Con una longitud de 4.228 metros, es un tracción delantera que se comercializa a partir de 22.500 euros con mecánicas de gasolina (etiqueta C), MHEV microhíbridas (etiqueta ECO), HEV híbrido sin enchufar (etiqueta ECO) y PHEV, híbrido enchufable, etiqueta Cero.
¿Qué tipo de mecánica me interesa?
¿Cuál de todas las opciones del Mitsubishi ASX es la más aconsejable? Depende de las necesidades de cada conductor. El gasolina conviene si te vas a mover fundamentalmente fuera de los núcleos de las grandes poblaciones. La opción microhíbrida es interesante para quienes circulan por una gran ciudad porque, aunque el precio de venta al público del coche es algo mayor que el de su hermano de gasolina, disfruta de la etiqueta ECO y permite moverse por ciertas zonas de las grandes localidades. El HEV híbrido sin enchufar es para aquellos consumidores que se mueven sobre todo en entornos urbanos, les preocupa el consumo y no tienen cargador. Por último, el PHEV, híbrido enchufable, es la opción más recomendable si cada día recorres en torno a 70 km, aparcas en el centro de la ciudad, tienes donde cargar y viajas de vez en cuando.
Tú decides
Independientemente de la mecánica que elijas, el Mitsubishi ASX incorpora un sistema denominado MultiSense que permite elegir entre diferentes tipos de conducción. El denominada ECO da prioridad a reducir el consumo disminuyendo la potencia disponible hasta en un 30%. Cuando se necesita un poco más de alegría, lo mejor es elegir la opción Sport porque agiliza la respuesta del motor, de la dirección y realiza un control dinámico del chasis. ¿Qué significa esto? Que puede leer el trazado de las curvas y, si es necesario, frenar cada rueda de forma individual para mejorar la trayectoria y optimizar el radio de giro.
En las versiones PHEV híbridas enchufables, también se puede seleccionar la conducción eléctrica en todo momento mientras la batería lo permita.
Un diamante en bruto… o, mejor dicho, tres
Nadie niega que el Renault Captur y el Mitshubishi ASX comparten muchos elementos, pero hay ciertos detalles que los identifican a cada uno de ellos y que les imprimen cierta personalidad. En el caso del Mit¡subihi, una de sus principales señas de identidad está en lo que ellos llaman Dynamic Shield, o escudo dinámico. Es un elemento funcional y de diseño que se centra en la parte delantera del coche y en el simbolismo de los tres diamantes de su logo. Fue Yataro Iwasaki, descendiente de un samurai, el que eligió esta imagen para una empresa que, más allá de la fabricación, extiende sus tentáculos empresariales a innumerables campos de la electrónica y la tecnología desde 1917.
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