Cuando un coche se inspira en el latín clásico

El Renault Arkana toma su nombre de la voz latina «arcanum», que además de significar secreto, hace referencia a acontecimientos importantes. Y este coche lo es para Renault.

En Renault no tenían intención de traer el Arkana a España. Se fabricaba en Corea y en principio estaba destinado al mercado asiático. La directiva de la firma cambió de opinión al comprobar que allí empezaba a venderse por encima de sus expectativas. El Arkana eran pintón y tenía un precio razonable, así que ¿por qué no intentar la aventura europea? La decisión fue un éxito porque se convirtió en el primer SUV generalista de aspecto coupé y tamaño medio que se comercializaba en nuestro país.

Meterse donde no te llaman

Hasta ese momento, ese tipo de carrocerías solo lo ofrecían modelos premium como el Mercedes-Benz GLC Coupé y el BMW X4. La llegada del Arkana supuso por tanto un cambio de tendencia y abrió la puerta a la llegada de otros modelos con estéticas similares como el Cupra Formentor, a pesar de que la sensación de espacio en las plazas traseras de los SUV cupés suele ser peor.

No ocurre así en el Renault Arkana porque hay un correcto espacio longitudinal para las rodillas y suficiente altura libre al techo para que viajen con desahogo personas de 1,80 m de alto e incluso algo más. El acceso sin embargo a las plazas traseras no es todo lo cómodo que debiera porque el hueco de entrada es bastante irregular y con un escalón en el umbral.

Los cupés tienen sus cosas

Casi nadie niega que las carrocerías cupés son muy atractivas, pero a las limitaciones que conllevan en las plazas traseras hay que añadirles que la forma inclinada del portón impide cargar el maletero por encima de la línea de las ventanillas. Aun así, el Renault Arkana ofrece 480 litros de capacidad. No está mal. Mejorable es la altura del borde de carga, que se sitúa a 80 cm del suelo, demasiado alto, y que el asidero para bajar el portón esté muy alto para los usuarios de menos estatura.

El Renault Arkana está construido sobre una plataforma del grupo sobre la que también se asientan otros modelos como el Captur o el Nissan Juke

En total, el Renault Arkana tiene una longitud de casi 4,6 metros, con una anchura de 1,82 m y una altura de 1,58 m. Está construido sobre la plataforma que en la alianza Renault-Nissan-Mitsubishi denominan CMF-B. Su gran cualidad es que, al ser modular, sobre ella se pueden construir modelos más pequeños como el Renault Clio, el Renault Captur o el Nissan Juke.

Dos motores mejor que uno

El Renault Arkana E-TECH Híbrido tiene un motor de cuatro cilindros en línea y 1,6 litros. El bloque y la culata están realizados en aluminio, cuenta con 4 válvulas por cilindro y proporciona 94 CV de potencia máxima. Cuenta además con dos motores eléctricos, el primero impulsa el vehículo y genera electricidad porque es capaz de recuperar la energía cinética de las frenadas y retenciones. Trabaja a 230 V y cuenta con 49 CV. Un segundo motor eléctrico de 20 CV actúa como generador de corriente eléctrica, arranca el motor de combustión y participa en los cambios de marcha. La potencia total del Renault Arkana es de 145 CV.

Al ser un híbrido no enchufable (etiqueta ECO), la autonomía en modo eléctrico es muy limitada, aunque la respuesta al acelerador en las arrancadas es inmediata y muy suave. Esto se agradece en conducción urbana y semi-urbana, donde el Arkana E-TECH se desenvuelve con soltura y suavidad.

Una cuestión de peso

El Arkana Híbrido supera ligeramente la tonelada y media, y no consigue bajar de los 10 segundos en la aceleración de 0 a 100 km/h. De hecho, la cifra oficial es de 11 segundos.

Renault anuncia un consumo oficial de 4,8 litros/100 km y en nuestra prueba, casi toda en autovía con solo el conductor a bordo y ritmos dinámicos, el consumo ha sido de 5,9 litros/100 km. La diferencia es de un 23%, una cifra destacable incluso si consideramos que las condiciones no eran las más favorables para un híbrido.

El conductor puede elegir entre los modos de conducción My Sense, Sport y Eco. Hay además una tecla EV para forzar el movimiento en modo eléctrico siempre que tengamos algo de carga en la batería híbrida.

Algo de sensatez 

Renault no ha eliminado, como si hacen otras marcas, todos los botones manuales de accionamiento de funciones. Quedan algunas teclas para el climatizador pero poco más. Lo tienes disponible partir de 27.000 euros.