Identificar a las especies que los amenazan es algo que muy pocos animales hacen. El ejemplo más famoso es el de los monos vervet” apunta el biólogo Keri Langridge. “Si les amenaza un leopardo, emiten una llamada que hace a los otros miembros del grupo mirar al suelo o escapar por los árboles; si es un águila, lanzan una llamada que les hace mirar hacia arriba y correr a cubrirse”.
Aaron Rundus, de la Universidad de California en Davis (EEUU) demostró que las ardillas de tierra bombean sangre caliente hacia la cola para distraer a las serpientes de
cascabel, que cazan mediante sensores
de infrarrojos.
Redacción QUO