Solo el conocido como K2 no se ha escalado jamás… en invierno. Se trata de una estación que multiplica las dificultades en el camino a la cima. En ninguno de los cuatro intentos que se han hecho desde los 80, se han cubierto los 8.611 metros que los separaban del techo de Pakistán: la cumbre aún no ha pasado un solo invierno en compañía de un ser humano.