Los felinos saben cazar ratones, pero las ratas son presas mucho más difíciles, mucho más grandes y con dientes peligrosamente afilados. Por eso los gatos evitan enfrentarse a ellas, según unos investigadores que pasaron cinco meses estudiando una colonia de estos roedores en Nueva York, durante los que solo vieron tres intentos de apresar ratas. Probablemente se arriesgaron porque estaban heridas o indefensas.
Redacción QUO
El vehículo más pequeño de Kia parte de un precio de 16.527 euros. “Es una época en la que las sociedades luchan contra el aumento de los precios, en la que los debates sobre el espacio urbano y la calidad de vida son cada vez más intensos”, dice Sjoerd Knipping, vicepresidente de Producto y Marketing […]
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Un estudio descifra el cableado del neocórtex humano, y descubre que, al contrario que en los ratones, los pensamientos humanos fluyen en una sola dirección
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