El núcleo zoológico es una figura legal que regula zoos, acuarios, aulas de naturaleza, circos y centros de recogida, y dependiendo de la comunidad donde residas puede que tu casa pueda convertirse en uno, teniendo en cuenta el número de animales, el tipo y si sobrepasas un límite concreto.
Si te van los peces, tienes más probabilidades de tener una amplia familia sin pasar por trámites administrativos, ya que a veces se cuentan por peceras, más que por ejemplares. Si eres el clásico amante de los perros o de los gatos, puedes tener entre tres y ocho amigos antes de recibir la visita de un veterinario.
El propósito del profesional es acreditar que tu casa cumple las condiciones higiénicas para preservar el bienestar de los animales y la seguridad sanitaria del vecindario. Tan importante es que los animales no supongan una amenaza para tus conciudadanos como que su dueño les permita llevar un estilo de vida saludable.
El límite de ejemplares también varía si se trata de animales exóticos frente a los autóctonos, igual que lo hace el coste de las tasas de los ayuntamientos. En el caso de los domicilios particulares, tus mascotas tienen la consideración legal de colección privada, pero la cosa se complica un poco cuando lo que pretendes es criar animales. En ese caso, las restricciones son más severas y es improbable que te permitan hacerlo en un núcleo urbano, puesto que a tales efectos ya existe la figura del criadero comercial. Otra cosa es que tus tortugas o peces payaso tengan descendencia sin que tú tengas ánimo de lucro.