Hablamos del pejesapo rayado (Antennarius striatus) un extraño pez con apariencia muy extraña y capacidades más sorprendentes aún. Como la mayoría de los miembros de su familia, el pejesapo rayado es un voraz carnívoro capaz no solo de canibalismo, sino también de tragar presas de su propio tamaño… de un solo bocado. Esto es posible debido a que su boca puede multiplicar por doce veces su tamaño al abrirse.
Esta capacidad tiene otros beneficios: la apertura de boca que puede conseguir este pez la utiliza no solo para alimentarse, sino también como medio de locomoción: introduce agua en su boca y la expulsa a velocidad de vértigo.
¿Cómo consigue esto? Fácil: con la mordida más rápida del reino animal. Mientras las hormigas del género Odontomachus son capaces de cerrar sus mandíbulas en 0,13 milisegundos, el pejesapo rayado lo hace en la mitad del tiempo. Es algo tan rápido que aún la cámara lenta tiene dificultades para capturarlo… como se puede ver en estas imágenes.