Para un caracol encontrar pareja no suele ser un problema. Pero Jeremy es la excepción, ya que se trata de un caracol zurdo. Eso significa que su concha se enrolla hacia la izquierda y, dado que la mayoría de sus congéneres son diestros, esa particularidad le impide acoplarse con sus semejantes para la cópula.
Por ese motivo, un genetista de la Universidad de Nottingham organizó una especie de Lo que necesitas es amor para gasterópodos, y puso en marcha una campaña por internet para tratar de encontrar una pareja para Jeremy. Y lo cierto es que la cosa en principio tuvo éxito, ya que parecieron dos, en lugar de uno. Se trataba de Lefty y Tomeu, el segundo de los cuales era un ejemplar encontrado en Mallorca.
Pero lo que nadie podía esperar es que los designios del amor y el sexo suelen ser caprichosos, y el resultado fue que Lefty y Tomeu decidieron aparearse entre ellos y pasaron absolutamente del pobre Jeremy, que se ha quedado compuesto y sin pareja.
Con todo, el que más salió ganado con esta historia fue el genetista de Nottingham, al que este sórdido triángulo amoroso le ha permitido realizar une studio en el que ha descubierto la mutación culpable de que a estos caracoles la concha se les enrolle hacia la izquierda.
Pero, ¿a quién le interesa la ciencia cuando hay por medio una buena historia de sexo, amor y despecho?
Fuente: BBC.
Vicente Fernández López
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