Las tormentas son un fenómeno típico de la primavera. El intercambio de masas de aire de diferentes características es algo que se da en los cambios de estación, lo cual genera inestabilidad atmosférica y, en ocasiones, los ingredientes necesarios para que se produzcan fenómenos tan increíbles como son los sistemas tormentosos.

Pero esta semana la responsable de la inestabilidad que se produce en nuestro país es una Depresión Aislada en Niveles Altos, una DANA, o lo que antiguamente se conocía como una «gota fría».

Pero ¿qué es una DANA?

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En la atmósfera, tenemos varias formas de analizar la situación que queremos predecir. Una es en superficie, es decir, donde estamos nosotros y otra es en diferentes alturas o capas de la atmósfera.

Pero para poder entender qué es una DANA hay que comprender que en la atmósfera hay intensas corrientes de aire que se mueven de oeste a este a unos 9.000 metros de altura y que rodean la tierra. Estas corrientes se denominan jet streams o corrientes en chorro.

Existen diferentes tipos de corrientes en chorro, una de las más conocidas es el «chorro polar» que se mueve de oeste a este y está limitado por un cinturón en latitudes medias (es decir donde nos encontramos nosotros). Por encima de ella y hacia el polo norte el aire es más frío y por debajo más cálido. Pero cuando se mueve, no siempre lo hace de forma rectilínea sino que a veces sufre ondulaciones y se curva.

En ocasiones, hay situaciones en las que esta ondulación se estrecha tanto que acaba aislando una parte de esta circulación. Esta “bolsita” que se aísla es más fría que el aire que le rodea y acaba por descolgarse hacia latitudes más bajas separándose de la circulación normal.

Antiguamente este fenómeno era conocido como «gota fría», pero desde hace unos años se abandonó esta terminología para pasar a denominarla Depresión Aislada en Niveles Altos o lo que es lo mismo y más simplificado: DANA.

¿Qué consecuencias tendrá en nuestro país?

No todas las DANAS provocan lluvias torrenciales y situaciones catastrofistas. Depende de la situación y de los factores meteorológicos de los que se alimente. Es común que se den situaciones de lluvias torrenciales en el Mediterráneo a finales del verano asociadas a una DANA pero este solo es uno de los ingredientes. En esos momentos, el mar Mediterráneo está muy caliente y es como una “olla a presión” que alimenta la nubosidad que se forma en la zona por evaporación.

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La situación de estos días es diferente. Tenemos la DANA en el oeste peninsular y ya generará tormentas desde inicios de semana. Como hemos comentado, en altura se encuentra el aire frío que al encontrarse con el aire caliente que tenemos en la Península generará inestabilidad y provocará tormentas. Será el jueves cuando la DANA se situe en el suroeste peninsular y traiga fuertes precipitaciones a toda la mitad occidental acompañada de fuertes tormentas, algo que también ocurrirá el fin de semana. Es probable que muchas vayan acompañadas de granizo y sean localmente fuertes.

El Mediterráneo, de momento, se mantiene al margen esta situación. Allí brillará el sol y las temperaturas serán muy agradables.

Redacción QUO