Las jirafas son una de las especies más emblemáticas de la fauna africana. Pese a ello, su comportamiento sigue deparando sorpresas a los investigadores, tal y como ha puesto de manifiesto un estudio realizado por un equipo de la School of Biological Sciences de Bristol.
Lo habitual en el mundo animal es que la presencia de depredadores empuje al resto de especies a formar grupos muy numerosos. La causa está clara: cuantos más ejemplares sean, más fácil será detectar y defenderse de la presencia del «enemigo». Pero con las jirafas no parece ocurrir lo mismo.
Los investigadores han descubierto que los factores ambientales como la amenaza de los depredadores, juegan un papel secundario en el tamaño de los grupos que forma esta especie. Y la principal causa que determina ese tamaño es el comportamiento de las hembras adultas.
Los autores del estudio han visto que cuando las hembras tienen crías, prefieren juntarse en grupos más pequeños. Otra actitud que desafía lo que es la norma en el mundo animal, dónde lo más habitual es cuidar a las crías en grandes grupos. Estos descubrimientos ponen de manifiesto que aún queda mucho por descubrir y conocer sobre el comportamiento de esta especie.
Fuente: EurekAlert.
Vicente Fernández López