El lugar más frío de nuestro planeta se encuentra en la meseta antártica, en la que también está situado el Polo Sur geográfico. Fue en 2013 cuando una serie de mediciones realizadas por satélite registraron allí la temperatura más baja de nuestro planeta, nada menos -93 grados centígrados.
Pero, ahora, un nuevo estudio realizado por un equipo del National Snow and Ice Data Center en la Universidad de Colorado, han registrado una temperatura más baja aún: -98 grados centígrados. Los investigadores llevaron a cabo sus mediciones durante los meses de julio y agosto del año pasado, en pleno invierno austral.
Según los autores del estudio, para alcanzar esa temperatura tan baja, se requiere que los cielos sean claros y que sople aire muy seco. Y cuando dicho aire se asienta en las pequeñas hondonadas de la meseta, enfría aún más nieve, alcanzado esa temperatura tan baja. Los investigadores sospechan incluso que podrían registrarse temperaturas aún inferiores a esa, si el fenómeno se prolonga durante varias semanas.
Fuente: LiveScience.
Vicente Fernández López
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