El Nilo, el Missisippi, el Amazonas… Esos son probablemente algunos de los ríos que a todos nos vienen a la cabeza en un primer momento. Su importancia se debe a lo largos y caudalosos que son. Pero en el mundo hay otros muchos ríos no tan conocidos que llaman la atención por causas tan diversas como sus extraños colores o su alto grado de contaminación.
El espectacular color rojo de este río de Madagascar se debe a la brutal acumulación de sedimentos que se ha producido en sus aguas.
El cauce de este río portugués serpentea entre meandros y gargantas, lo que le confiere una forma similar a la de un dragón. Por supuesto, dicha forma solo es visible desde el cielo.
Se encuentra en el estado de Montana y tiene el honor de ser el río más corto del mundo, con sólo 61 metros de cauce.
Conocido popularmente cómo el río de los cinco colores, es uno de los rincones más hermosos de Colombia. Su aspecto de arco iris acuático se debe a que en el fondo se reproducen plantas acuaticas de diversos colores, que producen la sensación de estar frente a un río con cinco tonalidades: rojo, amarillo, verde, azul y negro.
Situado en Colombia, es el mayor afluente del Amazonas. El color de sus aguas se debe a la gran cantidad de materia orgánica que arrastran.
Se trata de uno de los cauces más contaminados de toda China. Su llamativo color naranja se debe a los vertidos de productos químicos procedentes de varias explotaciones mineras.
Es el que circula a mayor altitud de todo el mundo, ya que su nacimiento se produce en el glaciar Angsi, situado en el Tíbet, a 4.500 metros de altura.
Los lagos del volcán Kalimutu
En el cráter de este volcán de Indonesia se han formado tres lagos que cambian de color a lo largo del año. Según los científicos, ese fenómeno se debe a que las mezclas de vapores y de gases que emergen de su interior, causan reacciones químicas que producen cambios en la oxidación de los elementos presentes en el agua.