Sólo unos 200 cachalotes viven aún en el Mediterráneo oriental. Las razones por las que se extinguen tiene que ver principalmente con el «efecto humano». Choques con los grandes buques, el sonido del sónar de los barcos, y la ingestión de plástico está acabando con ellos.
El Instituto de Investigación de Cetáceos Pelagos, con sede en Grecia, llevó a cabo una investigación sobre el efecto de los plásticos en el mar. Encontraron plásticos en más del 60% de los cachalotes varados.
La investigación ha sido recogida en la web de MEDNIGHT, un proyecto europeo que tiene como objetivo mostrar el esfuerzo científico para abordar los problemas que compartimos los países mediterráneos, entre ellos, la pérdida de biodiversidad.
El artículo del Instituto de Investigación de Cetáceos Pelagos, La ingestión de macroplásticos por parte de los odontocetos de los mares griegos, en el Mediterráneo oriental, ¡A menudo mortal! Se publicó en Science Direct.
La contaminación por plásticos es un problema omnipresente que amenaza a los animales marinos por ingestión o porque se enredan en ellos. Los mamíferos marinos no son una excepción a esta regla, pero su interacción con el plástico sigue siendo poco estudiada en el Mar Mediterráneo.
En el estudio, mostraron el contenido estomacal de 34 individuos de siete especies de odontocetos varados en Grecia.
Se encontró macroplástico (>5 mm) en los estómagos de nueve individuos de cuatro especies (marsopa común Phocoena phocoena, delfín de Risso Grampus griseus, zifio de Cuvier Ziphius cavirostris y cachalote Physeter macrocephalus) con la mayor frecuencia de aparición en los cachalotes (60%).
La obstrucción gástrica por plástico fue presuntamente letal en tres casos, siendo las bolsas de plástico el hallazgo más común (46%).
La ingestión de plástico es una preocupación especial para la conservación de los cachalotes del Mediterráneo, que están en peligro de extinción.
El plástico es el tipo de residuo más comúnmente observado (46%) ingerido por los cetáceos con la mayoría de los casos reportados que involucran grandes artículos de plástico (> 5 mm) que se conocen colectivamente como macroplásticos.
La ingestión de microplásticos (de 1 a 5 mm de tamaño) solo se ha destacado recientemente en los cetáceos. Las explicaciones mecanísticas detrás de la ingestión de macroplásticos siguen siendo en gran medida hipotéticas.
La ingestión puede ser intencional cuando los cetáceos confunden artículos de plástico como bolsas con especies de presa durante comportamientos lúdicos e inquisitivos o debido a la inexperiencia de forrajeo de los juveniles; o accidental cuando el plástico está cerca del objetivo de la presa.
Este estudio ha demostrado, mediante el análisis del contenido estomacal, que el plástico es ingerido por al menos la mitad de las especies de cetáceos que aparecen regularmente en los mares griegos, con consecuencias a veces letales, como en los tres casos de ingestión excesiva de plástico.
Demostraron que, entre los odontocetos examinados, la contaminación por plástico puede ser una grave amenaza para los cachalotes, que ya corren un gran riesgo debido a las colisiones con barcos y a la contaminación acústica derivada de la exploración de petróleo y gas.
Para evaluar adecuadamente este problema, es necesario un enfoque analítico regular con una metodología estandarizada que permita realizar comparaciones a lo largo del espacio, el tiempo y las diferentes especies.
Las hembras de cachalote forman, junto con sus crías, grandes familias (unidades sociales) que se desplazan juntas. La mayoría de ellos viven a lo largo de la Fosa Helénica, en Grecia.
Como muestra este vídeo, en su vida cotidiana tiene relaciones sociales que a veces se parecen a las nuestras.
Tras muchos ciclos de inmersiones de alimentación profunda de unos 40 minutos, toda la familia se reúne en la superficie para socializar y para que las crías sean amamantadas. El más sorprendente de los comportamientos que se muestran en este vídeo es el golpeteo de la cola de una ballena presumiblemente inmadura que se acercó a una hembra madura, pero fue rechazada y apartada. La ballena infeliz expresa su descontento con siete palmadas en la cola. Esperamos que los humanos permitan a estas ballenas seguir teniendo su propia vida social en los próximos años.
Crédito del vídeo con drones: Alexandros Frantzis Edición: Paris Issaris, Alexandros Frantzis Música: https://www.bensound.com
Innumerables estrellas habitan en otras galaxias, tan lejanas que observar incluso una sola de ellas…
Las personas con peor salud mental son más propensas a navegar por Internet con contenidos…
Retirar los antibióticos temporalmente podría restaurar su eficacia contra las bacterias resistentes
El Seat León abre sus puertas a la mecánica híbrida enchufable y lo hace con…
El análisis de casi 2.000 personas que viven en aldeas remotas de Honduras revela quién…
Un nuevo estudio en ratones muestra que machos y hembras tienen patrones de sueño profundamente…