Un minucioso estudio describe a dos cachorros de león cavernario Panthera spelaea (Goldfuss, 1810) encontrados en el permafrost de Siberia. La hembra (llamada ‘Esparta’) vivió hace 27,962 años y el macho (llamado ‘ Boris ‘), hace 43.448 años
El artículo ha sido publicado en MDPI
La zona ártica siberiana del Pleistoceno estaba repleta de grandes mamíferos y era asombrosamente diferente de la zona ártica actual. Junto con el mamut ( Mammuthus primigenius), el rinoceronte lanudo (Coelodonta antiquitatis), el bisonte (Bison priscus ) y el saiga (Saiga tatarica), vivía el león cavernario (Panthera spelaea), un pariente cercano del león afroasiático contemporáneo P. leo.
Estaba en la cima de la pirámide trófica del ecosistema polar terrestre, formando parte del gran gremio de carnívoros del Pleistoceno junto al lobo Canis lupus, el glotón Gulo gulo, y el oso pardo Ursus arctos. Aún se desconoce exactamente cómo los leones de las cavernas se adaptaron a la vida en las duras condiciones de las latitudes altas con su periodicidad de estación rápida, vientos fuertes e inviernos fríos y noches tan largas.
El león de las cavernas ( P. spelaea ) se extendió ampliamente por todo el este de Siberia en el período del Pleistoceno tardío, especialmente durante el interestadial karginiano (termocrón), cuando el clima empezaba a ser más cálido.
Hasta ahora se han encontrado cuatro cachorros de león cavernario en la cuenca del río Indigirka, ubicados a solo unos 60 km uno del otro.
El hallazgo de los cachorros sugiere que esta área cuando el clima se estaba volviendo relativamente cálido y la vegetación arbórea se estaba extendiendo era un lugar de reproducción favorable para los leones de las cavernas.
También parece probable que este sitio, durante este período de tiempo, tuviera algunas características que lo hacían más propenso a congelar y preservar animales rápidamente. El sitio era atractivo para los leones de las cavernas para hacer madrigueras, pero probablemente también era susceptible de colapsar.
El examen preliminar de las momias de los cachorros encontradas en el permafrost muestra que el color del pelaje cambiaba del tono juvenil marrón amarillento a uno más «adulto», gris claro a marrón, en algún momento entre 1 y 2 semanas y 1 o 2 meses.
Los leones adultos probablemente tenían el pelo gris claro, bien adaptado al Ártico siberiano, que está cubierto de nieve durante dos tercios del año.
Se sabe que los leones de las cavernas tenían una capa interna de piel gruesa y una cubierta de pelo que cubre los cuerpos de los cachorros de león momificados y muy probablemente les ayudó a adaptarse al clima frío.
Los cachorros de león cavernario no tenían manchas oscuras vívidas en el cuerpo y las extremidades, típicas de los cachorros de P. leo.
No hay señales de depredadores o carroñeros que dañen a los leones de las cavernas fósiles, pero la tomografía computarizada mostró daños en el cráneo, dislocación de las costillas y otras distorsiones en sus esqueletos que podrían ser causadas por la presión masiva de la tierra debido al deslizamiento de tierra y la siguiente deformación debido a las características del permafrost.
Los investigadores no han podido precisar cuándo nacieron Esparta y Boris, nombres que reciben los dos cachorros, pero probablemente en verano (u otoño), y lo más probable es que murieran cuando tenían entre 1 y 2 meses de edad, en su guarida bajo el hielo. Esto explicaría por qué los depredadores y carroñeros no encontraron sus cuerpos.
La hembra (llamada ‘Esparta’) vivió hace 27,962 años y el macho (llamado ‘ Boris ‘) 43.448 años.
Los cachorros de león tienen edades individuales de 1 a 2 meses. El tono general del color del pelaje de Esparta es de grisáceo a marrón claro, mientras que, en Boris, el pelaje es generalmente más claro, grisáceo amarillento. Por lo tanto, es posible que la coloración clara prevaleciera con la edad en los leones de las cavernas y se adaptara a los paisajes nevados del norte.
Los cuatro cachorros fueron encontrados entre 2015 y 2018 en Yakutia, en la cuenca del río Indigirka. Los dos primeros se encontraron en 2015 en el río Uyandina y solo pudieron examinarse de manera bastante superficial. En este artículo, proporcionaremos una descripción preliminar de dos nuevos cachorros de león cavernario momificados de Yakutia.
En 2017, Boris Berezhnev, un residente local y recolector de colmillos de mamut con licencia, mientras buscaba colmillos de mamut, encontró un cachorro de león, llamado ‘Boris’ en el río Semyuelyakh (un afluente del río Tirekhtyakh, río cuenca del río Indigirka). En 2018, a solo 15 m de este hallazgo, se encontró el fósil de un segundo cachorro de león, una hembra que se llamaba ‘Sparta’ (inicialmente ‘Spartak’).
Los cachorros de león fueron descubiertos a una profundidad de 10 a 12 m desde la parte superior de los depósitos del Pleistoceno tardío de Yedoma (complejo glacial). En el mismo lugar también se encontraron restos óseos de miembros de la fauna típica de la estepa mamut de Yakutian: lobo, oso pardo, mamut lanudo, rinoceronte lanudo, caballo Lena, reno y bisonte estepario.
También se descubrió una momia de un pájaro en el mismo lugar que estos otros hallazgos. El ave fue fechada por radiocarbono a 42.600 ± 1100 años. El cadáver del ave se identificó genéticamente como una alondra cornuda hembra ( Eremophila alpestris ). Se trata de una especie que habitualmente habita en hábitats abiertos como el entorno de estepa que existía en Siberia en ese momento.
La tomografía computarizada de Esparta y Boris identificó estructuras que parecen ser órganos reproductores. Esto permitió asumir con seguridad que Esparta es una hembra y que Boris es un macho. El tamaño corporal también sugiere una identificación sexual diferencial, con dimorfismo sexual que aparece bastante temprano en las etapas de crecimiento de los leones africanos existentes.
Las principales amenazas a las que se enfrentaban los cachorros de león cavernario fueran la escasez de alimentos, los depredadores o los leones machos adultos que no están relacionados con ellos. En consecuencia, al menos el 80% de los leones mueren antes de cumplir los dos años. Es muy difícil identificar cuáles de estas amenazas, si las hay, tienen más probabilidades de ser responsables de las muertes de ‘Boris’ y ‘Sparta’, o si murieron como resultado de caerse y quedar atrapadas en el lugar donde se encontraban.
(Este artículo pertenece al número especial Advances in Quaternary Studies: The Contribution of Mammalian Fossil Record II )
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