Los paleontólogos que estudiaban el fósil de un pequeño dinosaurio de cuatro alas han hallado un pie de mamífero fosilizado en el estómago del depredador
Ahora que ya hemos asimilado que había dinosaurios con plumas, más parecidos a pájaros, ahora, según los investigadores, tenemos pruebas concreta de que estos dinosaurios comían mamíferos. Se han descubierto especímenes del pequeño dinosaurio Microraptor zhaoinus en cuyo interior había antiguas aves, peces y lagartos, pero el hallazgo del mamífero es la última fuente conocida de proteínas para este intrépido cazador. El equipo de la Universidad McGill en Canada, que ha estudiado el fósil de Microraptor, publica hoy sus hallazgos en la revista Journal of Vertebrate Paleontology.
El Microraptor vivió a principios del Cretácico, hace unos 100 millones de años, y se han encontrado especímenes en lo que hoy es el noreste de China. La región rica en fósiles se denomina Biota de Jehol, y sus fósiles son un gran recurso para comprender matices de la anatomía de los dinosaurios por su buena conservación, así como detalles sobre los nichos ecológicos de los distintos animales.
Se cree que Microraptor vivía en los árboles, planeando por los bosques cretácicos en busca de presas, tanto en las ramas como en el suelo. El espécimen estudiado recientemente es el holotipo, lo que significa que fue el primero de su especie en ser hallado y bautizado en el año 2000. Sin embargo, recientemente se ha vuelto a estudiar y el nuevo análisis reveló el pie de mamífero en su estómago, un hallazgo sin precedentes.
Los investigadores no pudieron identificar la especie concreta de mamífero que se comió el Microraptor, pero su conservación les permitió comprender su nicho ecológico y, en este caso, sus depredadores. El equipo dijo que tenía similitudes con las morfologías de Sinodelphys, Yanoconodon y Eomaia, todas especies antiguas de mamíferos primitivos que se parecían aproximadamente a zarigüeyas o roedores, y que tenía el tamaño de un ratón moderno.
El contenido de los intestinos da muchos datos sobre la dieta de los animales fósiles, pero es raro esté bien conservado, y además es difícil averiguar si la «última comida» conservada representa la dieta normal del animal o un acontecimiento extraño y único que tuvo la suerte de ser fosilizado.
El Microraptor parece ser una excepción muy interesante a esa regla, con múltiples especímenes bellamente fosilizados que conservan diferentes «últimas comidas», lo que quiere decir que no era particularmente exigente, y comía todo lo que se le cruzaba por delante.
El análisis del equipo descubrió que la víctima no era una buena trepadora, lo que indica que Microraptor podría haber bajado ocasionalmente al suelo del bosque para alimentarse. El pie aparece intacto, por lo que sabemos que fue tragado entero.
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