Según un estudio, los animales atractivos como el caracal en Facebook e Instagram pueden impulsar los esfuerzos de conservación de la fauna salvaje
El caracal es un gato salvaje originario de África con unas características orejas empenachadas que lo hacen muy fotogénico. Eso no impide que algunos agricultores disparen y envenenen a estos bellos animales, pero precisamente por ser bellos, puede que tengan una oportunidad.
Los resultados muestran que la similitud del mamífero con un gato doméstico ha atraído a miles de seguidores a los foros de internet sobre la conservación del caracal. Los investigadores sugieren que este atractivo online está relacionado con el fenómeno por el que las imágenes, vídeos y memes de gatos se hacen virales.
Los investigadores destacan cómo los mamíferos «carismáticos» de menor tamaño, como el caracal, pueden utilizarse como «especie emblemática» para comunicar los objetivos de la investigación científica en zonas donde las ciudades están desplazando y poniendo en peligro a la especie.
«Utilizar una especie estética como el caracal es una forma eficaz de captar la atención del público para comunicar la importancia de conservar la fauna urbana», afirman las doctoras Gabriella Leighton y Laurel Serieys, de la Universidad de Ciudad del Cabo.
«Estos hallazgos ponen de relieve el uso de carnívoros más pequeños como especies emblemáticas de conservación para zonas de rápida urbanización».
«Este artículo contribuye a comprender mejor las distintas formas en que el público puede participar en la ciencia. Muestra cómo las especies carismáticas pueden contribuir a la conservación y a la concienciación pública sobre la biodiversidad en las zonas urbanas.
«La investigación demuestra cómo el interés público por la ecología urbana y el fenómeno global de los ‘gatos en internet’… pueden aprovecharse para impulsar acciones de conservación».
Un mayor compromiso público es clave para alcanzar los objetivos de conservación, especialmente en los puntos calientes de biodiversidad. Una serie de especies son exclusivas de estas regiones y están en peligro de extinción, y estas zonas amenazadas están cada vez más urbanizadas y poco estudiadas.
Ciudad del Cabo está situada dentro de un punto caliente de biodiversidad y alberga al caracal, un mamífero escurridizo considerado una alimaña por los ganaderos de otras partes de Sudáfrica. El Proyecto Caracal Urbano (UCP) se creó en diciembre de 2014 para explorar la ecología del caracal y se utilizaron las redes sociales para influir en la concienciación y las percepciones hacia la conservación del caracal en un entorno urbano.
El proyecto comunica sus trabajos de varias formas, entre ellas a través de un sitio web, pero la mayoría de las interacciones se producen a través de las redes sociales. Los autores del estudio utilizaron Google Trends para evaluar la popularidad mundial de los caracales desde 2004 hasta la actualidad, antes y después de la creación de UCP. Compararon el interés con el de un felino salvaje africano similar, el serval.
También utilizaron datos recientes de Facebook e Instagram para analizar todo el material que UCP había publicado en línea y examinaron la participación directa del público, como avistamientos de caracales, rescates y hallazgos de cadáveres de gatos salvajes.
Los resultados mostraron que el interés por el término «caracal» se ha duplicado desde el lanzamiento de UCP. Esto representa un aumento del 91% en comparación con el término «serval», que creció un 76% en el mismo periodo. Los autores afirman que esto sugiere que el proyecto ha ayudado a aumentar la concienciación sobre el caracal como especie en todo el mundo.
Otras conclusiones son que el proyecto tiene ahora más de 16.800 seguidores en Facebook y más de 7.300 en Instagram, cifras que representan el estatus de «microinfluenciador». La mayoría son sudafricanos, pero también hay británicos, indios y estadounidenses.
La UCP ha recibido tráfico e interacciones de cuentas vinculadas al meme «Big Floppa», inspirado en un caracal con sobrepeso nacido en un criadero de Kyiv (Ucrania). Una vez más, esto está relacionado con la popularidad de los «gatos en Internet», según los autores.
Los autores también afirman que las muertes de caracales notificadas por el público -a menudo a través de WhatsApp y las redes sociales- les permiten realizar autopsias. Así pueden evaluar las amenazas para la población de caracales y los patrones de atropellos.
El análisis de tejidos ha revelado que los animales están expuestos a contaminantes y pesticidas, como veneno para ratas. Gracias a esta red ciudadana se han recogido muestras incluso en zonas inaccesibles de otro modo.
Los avistamientos y los comentarios de Facebook proporcionan a los conservacionistas información útil sobre cómo responden los caracales a los humanos. La mayoría de los encuentros se producen en carreteras o caminos y los caracales se describen como «fríos» o «tranquilos» antes de alejarse rápidamente.
El adjetivo positivo más utilizado en los comentarios de Facebook es «hermoso», y «triste» en los negativos, normalmente en respuesta a una muerte o amenaza para la población. Esto demuestra hasta qué punto la participación en las redes sociales ha hecho que la gente se preocupe por el bienestar del caracal, añaden los autores.
REFERENCIA
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