Las personas con peor salud mental son más propensas a navegar por Internet con contenidos negativos, lo que agrava aún más sus síntomas
La relación entre la salud mental y la navegación por Internet es causal y bidireccional, según el estudio financiado por Wellcome y publicado en Nature Human Behaviour.
Los investigadores han desarrollado una herramienta complementaria* que añade «etiquetas de contenido» a las páginas web -similares a las etiquetas nutricionales de los alimentos- diseñadas para ayudar a los usuarios a tomar decisiones más sanas e informadas sobre el contenido que consumen. Estas etiquetas destacan el impacto emocional del contenido de la página web, junto con su practicidad e información.
En palabras del profesor Tali Sharot, coautor del estudio (UCL Psychology & Language Sciences, Max Planck UCL Centre for Computational Psychiatry and Ageing Research y Massachusetts Institute of Technology): «Nuestros resultados demuestran que navegar por contenidos con valencia negativa no sólo refleja el estado de ánimo de una persona, sino que puede empeorarlo activamente. Esto crea un bucle de retroalimentación que puede perpetuar los problemas de salud mental a lo largo del tiempo».
Más de 1.000 participantes en el estudio respondieron a preguntas sobre su salud mental y compartieron con los investigadores su historial de navegación por Internet. Utilizando métodos de procesamiento del lenguaje natural, los investigadores analizaron el tono emocional de las páginas web que visitaban los participantes. Descubrieron que los participantes con peor estado de ánimo y síntomas de salud mental se inclinaban a navegar por contenidos más negativos en Internet, y después de navegar, los que lo hacían se sentían peor.
En otro estudio, los investigadores manipularon los sitios web visitados, exponiendo a algunos participantes a contenidos negativos y a otros a contenidos neutros. Comprobaron que los que habían estado expuestos a sitios web negativos se sentían peor después, lo que demostraba un efecto causal de la navegación por contenidos negativos sobre el estado de ánimo. Cuando se pidió a los participantes que navegaran libremente por Internet, los que habían visto páginas negativas anteriormente -y, por tanto, estaban de peor humor- optaron por ver más contenidos negativos. Este hallazgo pone de relieve que la relación es bidireccional: los contenidos negativos afectan al estado de ánimo, y un estado de ánimo empeorado impulsa el consumo de más contenidos negativos.
El coautor principal, el estudiante de doctorado Christopher Kelly (UCL Psychology & Language Sciences, Max Planck UCL Centre for Computational Psychiatry and Ageing Research, y Massachusetts Institute of Technology), afirmó: «Los resultados contribuyen al debate actual sobre la relación entre la salud mental y el comportamiento en línea.
«La mayoría de las investigaciones que abordan esta relación se han centrado en la cantidad de uso, como el tiempo de pantalla o la frecuencia de uso de las redes sociales, lo que ha llevado a conclusiones contradictorias. Aquí, en cambio, nos centramos en el tipo de contenido navegado y encontramos que su tono emocional está relacionado causal y bidireccionalmente con la salud mental y el estado de ánimo».
Para comprobar si una intervención podría servir para cambiar las elecciones de navegación por Internet y mejorar el estado de ánimo, los investigadores realizaron otro estudio. Añadieron etiquetas de contenido a los resultados de una búsqueda en Google, que informaban a los participantes de si cada resultado de la búsqueda probablemente mejoraría su estado de ánimo, lo empeoraría o no tendría ningún impacto. Los participantes eran más propensos a elegir los sitios etiquetados positivamente que probablemente mejorarían su estado de ánimo y, cuando se les preguntó por su estado de ánimo después, los que habían consultado los sitios web positivos estaban efectivamente de mejor humor que los demás participantes.
En respuesta, los investigadores han desarrollado un complemento gratuito para el navegador que añade etiquetas a los resultados de búsqueda de Google, proporcionando tres calificaciones diferentes sobre lo práctico que es el contenido de un sitio web, lo informativo que resulta y cómo influye en el estado de ánimo.
En palabras del profesor Sharot: «Estamos acostumbrados a ver etiquetas de contenido en nuestros comestibles, que proporcionan información nutricional como azúcar, calorías, proteínas y vitaminas para ayudarnos a tomar decisiones informadas sobre lo que comemos. Un planteamiento similar podría aplicarse a los contenidos que consumimos en línea, capacitando a la gente para tomar decisiones más saludables en línea».
REFERENCIA
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